¿Cómo puedo saber que Jesús realmente ya está en mi corazón?

Un amigo cristiano me anima constantemente a que invite a Jesús a vivir en mi corazón, pero ya lo hice. ¿Cómo puedo saber que Él realmente está ahí? ¿Debería sentirme diferente?


Sí, es verdad que cuando alguien ha rendido su vida a Jesucristo siente que algo ha cambiado. Sin embargo, la verdadera evidencia con la que sabrás con toda certeza que Él ha venido a morar en ti se encuentra en esta promesa de Jesús: «[¡Aquí estoy! Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta [de su corazón], entraré, y cenaré con él, y él conmigo» (Apocalipsis 3:20).

Cuando abrimos la puerta de nuestro corazón e invitamos a Cristo a entrar en él, Él no solo viene a morar en nosotros, sino que algo aún más grande sucede. Cuando confiamos en que Él ha muerto por nuestros pecados y que por su sangre derramada en la Cruz somos salvos, Dios nos perdona de todos nuestros pecados y nos hace parte de su familia para siempre. Piensa esto: si vienes a Cristo, ¡Él hará que seas llamado hijo de Dios! La Biblia dice: «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios» (Juan 1:12).

¿Experimentarás grandes emociones si rindes tu vida a Cristo? Tal vez, pero tal vez no. Cuando era adolescente un evangelista vino a mi ciudad y una noche pase al frente del servicio como señal de que quería rendir mi vida a Cristo. Otros también lo hicieron, y algunos de ellos estaban conmocionados por lo que estaban haciendo. Yo no, y me preguntaba si algo estaba mal dentro de mi. Pero muy dentro, yo sabía que Cristo me había perdonado y había venido a vivir en mi corazón.

En otras palabras, no confíes en tus sentimientos, porque los sentimientos van y vienen. Mejor confía en Cristo y cree en las promesas de Dios para tu salvación. No tardes en depositar toda tu fe en Jesucristo y rendir toda tu vida delante de Él.