Este artículo fue actualizado el 30 de marzo de 2023.
Al menos 25 personas han muerto después de que tornados, lluvias destructivas y granizo del tamaño de pelotas de golf arrasaran el sureste de Estados Unidos el viernes pasado por la noche. El centro de Mississippi fue el más afectado por la tormenta, y la pequeña ciudad de Rolling Fork —cerca de la frontera con Arkansas y Luisiana— quedó arrasada e irreconocible.
El sistema de tormentas se extendió a lo largo de 170 millas, lanzando escombros a 20 000 pies (6 km) de distancia en algunas zonas. El alcalde de Rolling Fork declaró: «Mi ciudad ha desaparecido».
Ante la noticia, los capellanes del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT) se dirigieron a Rolling Fork y Amory, Mississippi, para ofrecer atención emocional y espiritual a los afectados por el desastre. Dieciséis capellanes están sirviendo desde el lunes.
«Lo más importante ahora mismo es la oración», dijo Franklin Graham el sábado. «La gente necesita oraciones, que Dios consuele sus corazones y ponga sus brazos amorosos a su alrededor durante este tiempo tan difícil.
»Las casas se pueden reconstruir con el tiempo, los negocios se recuperarán con el tiempo; todas esas cosas se pueden arreglar con el tiempo», continuó, «pero la pérdida de vidas, eso es tan difícil… se va a sentir durante mucho tiempo».
Franklin Graham también instó a orar por los equipos de búsqueda y rescate que siguen buscando supervivientes.
Los capellanes están brindando servicios junto a Samaritan’s Purse, la organización hermana de BGEA que brinda ayuda en catástrofes. BG-RRT envió dos Centros de Ministerio Móvil para que sirvan como un espacio de oración y aliento.
«El nivel de destrucción y la pérdida de vidas en Mississippi son verdaderamente devastadoras», dijo Josh Holland, director internacional de la BG-RRT. «Simplemente no podemos ni imaginar lo que estos residentes deben estar pasando en este momento. Queremos asegurarnos de que los residentes sepan que no están solos ni olvidados.
»En medio de la tormenta, hay esperanza, y esa esperanza está en Jesucristo. Nuestros capellanes entrenados para responder en situaciones de crisis están ahí para orar, escuchar y compartir el amor de Dios con aquellos que han sido impactados por estos devastadores tornados».
Los capellanes también están sirviendo en un refugio en West Point, Georgia, donde algunas se han trasladado tras los tornados.
Por favor, únanse a nosotros en oración por todos los afectados por la tormenta. Oren también para que Dios actúe a través de los capellanes de Billy Graham para ayudar a fortalecer y consolar a los demás en estos momentos de dolor y pérdida.