… cuánto más su Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes lo pidan.
—Lucas 11:13 (NTV)

Antes de dejar a Sus discípulos, Cristo prometió que enviaría al Consolador para ayudarlos en las pruebas, las preocupaciones y las tentaciones de la vida. La palabra “consolador” significa “persona que está junto a uno para ayudar”. Él es el Espíritu Santo, la poderosa tercera Persona de la Trinidad. El momento en que naces de nuevo, Él hace morada en tu corazón. Es posible que no lo sientas emocionalmente allí, pero tienes que ejercitar la fe. ¡Créelo! ¡Acéptalo como un acto de fe! Él está en tu corazón para ayudarte. La Biblia declara que Él derrama el amor de Dios en nuestros corazones. Él produce el fruto del Espíritu: “amor, gozo, paz, longanimidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza”. No podemos crear este fruto con nuestra propia fuerza. ¡Es producido de manera sobrenatural por el Espíritu Santo que vive en nuestros corazones!

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