Cómo hacer brillar la luz de Cristo

¿Qué significa brillar?

«Háganlo todo sin quejas ni contiendas, para que sean intachables y puros, hijos de Dios sin culpa en medio de una generación torcida y depravada. En ella ustedes brillan como estrellas en el firmamento, manteniendo en alto la palabra de vida. Así en el día de Cristo me sentiré satisfecho de no haber corrido ni trabajado en vano».

Filipenses 2:14-16, NVI

En el Evangelio de Juan, Jesús es llamado «esa luz verdadera, que alumbra a todo ser humano» (Juan 1:9). A lo largo del Nuevo Testamento, los seguidores de Jesús están llamados a ser luz en las tinieblas. Entonces, ¿qué significa brillar? Significa:

  • Ser contracultural. Vivimos en un mundo oscuro, lleno de mentiras, odio y confusión. Pero la Palabra de Dios nos dice que «dejemos a un lado las obras de la oscuridad y nos pongamos la armadura de la luz» (Romanos 13:12). Mientras que otros persiguen los placeres físicos y la ganancia egoísta, se nos ordena vivir de una manera diferente: «revístanse ustedes del Señor Jesucristo, y no se preocupen por satisfacer los deseos de la naturaleza pecaminosa» (Romanos 13:14).
  • Expresar tu postura. Jesús dijo: «Hagan brillar su luz delante de todos» (Mateo 5:16). Explicó que nadie enciende una lámpara solo para esconderla debajo de un cajón. Una lámpara está destinada a ser colocada sobre una repisa para dar luz a todo lo que la rodea. Independientemente de que seas tímido o extrovertido, estás llamado a ser una luz para las personas que te rodean. Eso solo es posible si estás dedicando tiempo para interactuar con las personas y cultivar esas relaciones.
  • Apuntar siempre hacia la fuente de luz. Cuando Jesús dijo: «Hagan brillar su luz delante de todos», eso no fue todo lo que dijo en esa frase. Continuó dando la razón por la que es importante brillar: «para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo»(Mateo 5:16). Nuestra meta nunca debe ser conseguir reconocimiento para nosotros mismos, sino darle gloria a Dios. Hay una delgada línea entre ser una luz y montar un espectáculo para obtener atención. La diferencia está en la postura y actitud de nuestro corazón.

¿Qué te impide brillar?

«¿Por qué te fijas en la astilla que tiene tu hermano en el ojo, y no le das importancia a la viga que está en el tuyo?».

Mateo 7:3

Es fácil ver el brillo de un anillo de diamantes nuevo aun desde el otro lado de la habitación. Pero con el tiempo, ese brillo puede apagarse a medida que el polvo se acumula en él.

De la misma manera, el pecado puede opacar nuestro resplandor como luces para Jesucristo. Nuestras vidas, que una vez brillaron con el gozo de Cristo, pueden nublarse con un amor por las cosas de este mundo.

Antes de que puedas ser una luz para los demás, echa un vistazo a tu propia vida. ¿Ha apagado el pecado la evidencia de Cristo en ti? Tal vez es hora de detenerse, tomar un momento y pedirle a Dios que revele cualquier pecado que puedas estar ignorando. Si hay un pecado con el que luchas repetidamente, escríbelo y ora por él continuamente. Pídele a Dios que te perdone y te ayude a cambiar tu corazón. Nunca seremos perfectos, pero necesitamos abordar nuestro pecado y resistirlo (Santiago 4:7).

Entonces, ¿cómo conseguiremos brillar exactamente?

«No se amolden al mundo actual».

Romanos 12:2

«Ser una luz» suena muy bien, ¿no? Pero también es un poco abstracto. ¿Cómo te conviertes exactamente en este faro brillante para las personas que te rodean? Aquí hay 4 consejos prácticos:

  • Ten cuidado con lo que dices. La Biblia llama a la lengua «un mal irrefrenable, lleno de veneno mortal» (Santiago 3:8). Eso es bastante serio. Y así es como debemos tomar lo que decimos: en serio. Tal vez tus padres te hayan dicho alguna vez: «Si no tienes nada bueno que decir, no digas nada en absoluto». No es un mal consejo, incluso para los adultos. Las palabras son poderosas y se pueden usar para bien o para mal. Incluso podrías publicar este versículo en algún lugar como recordatorio: «Eviten toda conversación obscena. Por el contrario, que sus palabras contribuyan a la necesaria edificación y sean de bendición para quienes escuchan» (Efesios 4:29). 
  • Considera tu entretenimiento. ¿Cuáles son tus fuentes de diversión? ¿Qué programas de televisión o películas ves? ¿Qué tipo de música escuchas? ¿Irías a los mismos lugares, verías las mismas cosas o escucharías la misma música si Jesús estuviera sentado a tu lado? ¿O te avergonzarías? Puede sonar tonto, pero hacer esas preguntas es una buena manera de mantenerse bajo control, ya sea que estés solo o con otros.
  • Usa las redes sociales sabiamente. La gente está viendo lo que publicas, ya sea que interactúen con tus publicaciones o no. Piensa en las cosas que has publicado recientemente: artículos, comentarios, fotos, etc. ¿Podrían ser interpretados como orgullosos? ¿Egocéntricos? ¿Groseros? ¿Cuál es tu motivación para publicar cosas? ¿Que la gente tenga una mejor impresión acerca de ti? ¿Menospreciar a los demás o provocarles envidia? Esperemos que no. Trata de que tus publicaciones sean instructivas y respetuosas, y que busquen dar gloria a Aquel que llamas Señor.
  • Piensa en los demás. Considera las necesidades de otras personas y piensa en cómo podrías ayudarlos. Anima en lugar de criticar. Sé paciente. Dale a los demás el beneficio de la duda. Si escuchas chismes, aléjate de ellos o cambia de tema. Cuando te encuentres con una persona difícil, recuerda que esa persona, así como tú, también fue creada por Dios y es amada por Él. Jesús murió por esa persona así como murió por ti. Sobre todo, «traten a los demás tal y como quieren que ellos los traten a ustedes» (Lucas 6:31).