Corazones abiertos al Evangelio: Franklin Graham predica en la plaza más grande de Nápoles

Una multitud de 21 000 personas acudió al Festival Noi en Nápoles, Italia, para escuchar a Franklin Graham compartir el mensaje de las Buenas Nuevas de Jesucristo en la Piazza del Plebiscito.

Mientras el sol se ponía sobre Nápoles, Italia, Maddalena escuchaba atentamente el mensaje acompañada de su novio Antonio y su hijo de 9 años.

La pareja había sido invitada al Festival Noi por su amigo Enzo, voluntario de oración, que había estado orando por ellos en los meses previos al Festival.

La pareja tenía que trabajar el sábado, pero Maddalena realmente quería escuchar lo que Franklin Graham iba a predicar. Desde que visitaron la iglesia de Enzo había sentido curiosidad por el Evangelio y más tarde mantuvieron conversaciones con él sobre la fe y la Biblia.

«Dios, si tiene que suceder, permite que vayamos», oró Maddalena.

Ambos terminaron su trabajo a tiempo para asistir al Festival y llevaron a su hijo de 9 años a la Piazza del Plebiscito, una de las plazas más grandes de Italia.

Después de la poderosa alabanza de Charity Gayle, Christine D’Clario y otros artistas musicales, Franklin Graham subió al escenario y compartió la historia del Hijo Pródigo de Lucas 15. El evangelista contó cómo el joven había perdido a su hijo. Contó cómo el joven había malgastado su herencia en placeres terrenales y, arrepentido, volvió a casa con su padre, quien le recibió con los brazos abiertos y le ofreció su amor y su perdón.

La multitud de 21 000 personas escuchó el maravilloso mensaje del plan de salvación de Dios.

«Todos somos culpables de pecado», dijo Franklin Graham. Y explicó también que Jesucristo está dispuesto a perdonar nuestros pecados si decidimos poner nuestra fe en él. «Este joven tuvo que decidir si quería volver. Tú tienes la oportunidad de decidir esta noche. Puedes aceptar lo que Jesucristo hizo en la cruz. Puedes volver a casa con tu Padre en el Cielo».

Escuchando atentamente, Maddalena dejó que el Espíritu Santo la guiara y le entregó su vida a Jesucristo.

«Me sentí ligera y libre, y realmente sentí que Dios perdonó mis pecados», dijo sonriendo.

En la gran plaza de Nápoles, repleta de cafés, pizzerías y tiendas de moda, Franklin Graham transmitió un mensaje de esperanza a los italianos con la ayuda de un intérprete.

Colaboración con más de 300 iglesias

Maddalena y muchas personas como ella son la razón por la que más de 340 iglesias del sur de Italia llevan meses trabajando con la Billy Graham Evangelistic Association (BGEA) en la preparación del Festival del sábado. Es el tercer evento consecutivo en Italia , con un total de más de 23 000 personas que han asistido a escuchar las Buenas Nuevas en eventos en Milán (2022) y Roma (2023).

Domenico, de 9 años, fue otro de los muchos que rindieron su vida a Cristo durante el festival. Este tímido niño de dulce sonrisa respondió a la invitación de Franklin Graham de aceptar a Jesucristo en su corazón.

Cuando se le preguntó cómo se sentía, simplemente dijo: «Estoy feliz». Pensó durante un largo rato y luego le susurró a su madre que se sentía «renovado».

Angela, su madre, estaba radiante. Lleva años trabajando con niños y ahora ella misma tiene dos hijos. «Oro cada día y cada noche para que conozcan a Jesús. Oro por la sabiduría de Dios para ellos y para que le sirvan con pasión; para que sean verdaderos siervos de Dios».

Había un resplandor’

Horas antes del Festival de Noi, Edoardo* pasó por la Piazza del Plebiscito. Se detuvo de pronto y apagó el motor de su motocicleta cuando vio a los voluntarios colocando carteles para el evento.

Cuatro meses antes había visitado una iglesia y ahí le había entregado su vida a Jesucristo. Ahora, venía emocionado al Festival Noi. 

Cuando Edoardo empezó a leer la Biblia, se dio cuenta de que no estaba siguiendo los mandamientos de Dios al seguir cohabitando con su novia con los hijos de ella.

Con la llegada del evento evangelístico a Nápoles, Edoardo supo que ese sería el momento perfecto para proponerle matrimonio a su novia y empezar a vivir una vida que honrara a Dios.

«Había un resplandor, simplemente gozo en su expresión», dijo un voluntario. «Le emocionaba mucho poder compartir su historia a otros creyentes».

Puede que la vida en la Piazza del Plebiscito haya vuelto a su bullicio normal, pero ahora hay algo diferente en los corazones de muchos napolitanos. Como Edoardo, están empezando una nueva vida siguiendo a Jesucristo. Y los creyentes locales están orando para que esto sea solo el comienzo de una gran obra de Dios en su ciudad. 

*Nombre cambiado por privacidad.

¿Te unirías a nosotros en oración por estos nuevos creyentes, y por las iglesias de la zona? Por favor, ora para que puedan cuidar y dar seguimiento a los nuevos creyentes del Festival. 

Dios se movió en muchos corazones en Nápoles el sábado por la noche cuando hombres, mujeres y niños entregaron sus vidas a Cristo. Cada nuevo creyente recibió una Biblia y otros materiales que les ayudarán a crecer su nueva fe en Jesucristo.