La emoción llenó el aire cuando 6750 personas abarrotaron el complejo para eventos Payne Arena de McAllen, Texas, el domingo. El recinto rebosaba de animadas charlas en inglés y español mientras los asistentes esperaban la segunda noche de la gira God Loves You Frontera Tour.
Marcus y Maranda Cruz, junto con sus tres hijos pequeños, encontraron sus asientos cuando Franklin Graham comenzó su mensaje sobre el perdón que Dios ofrece a través de su Hijo, Jesucristo.
Los tres hijos de Cruz, de 4, 6 y 8 años, escucharon atentamente mientras Graham compartía una verdad sencilla: «La Biblia nos dice que Dios nos ama».
El mensaje conectó con los tres niños, y quienes oraron junto con Franklin Graham para pedir a Jesucristo que entrara en sus corazones.
«Esto es algo que ocurre una vez en la vida», dijo Marcus, quien, al igual que su esposa, ya es creyente. «Vinimos para que nuestros hijos pudieran profesar públicamente su nueva relación con Dios».
Dios puede cambiar las cosas
Rosa, quien vive en San Juan, Texas, respondió a la invitación de Graham junto con su hijo y sus dos nietos.
La familia se sintió embargada por la emoción cuando cada uno de ellos se dieron cuenta del peso de sus pecados y de su profunda necesidad de la ayuda de Dios.
El consejero voluntario Miguel Rodríguez, pastor de una iglesia local, los recibió en la entrada.
«Tenían algunos problemas en su familia», explicó. «Me dijeron que sabían que el Señor podía ayudarlos y que querían recibirlo en sus vidas».
«Dios cambia las cosas», dijo Rodríguez mientras los animaba en su nueva fe y los instaba a buscar una iglesia para seguir creciendo en su relación con Dios en compañía de otros creyentes.
Rosa y su familia regresaron a su casa de San Juan, Texas, con sonrisas en los rostros, Biblias en las manos y con Jesús en el corazón.
De la oscuridad a la luz
Joy Spyker, quien sirvió como voluntaria consejera para niños, habló con dos niños después del evento.
«¿Tienen a Jesús en sus corazones?», les preguntó.
Luego guió a los pequeñitos —un par de primos de cinco y ocho años, respectivamente—por los Pasos para tener paz con Dios en español. Después, ambos oraron para recibir a Jesús como su Señor y Salvador.
«Hoy pasaron de la oscuridad a la luz, y se han convertido en parte de la familia de Dios», les dijo Spyker. «¡Este es su nuevo cumpleaños!».
Spyker desbordaba agradecimiento a Dios por permitirle compartir las Buenas Nuevas con los niños.
«Él sabe que me encantan los niños, así que me puso en contacto con esos chiquillos», dijo entre lágrimas, levantando las manos en señal de alabanza.
«Estoy tan satisfecha».
*Nombres cambiados por motivos de privacidad.