Cuando Daniel Calveti tenía solo 6 meses de edad, sus padres hicieron una promesa a Dios. Su bebé estaba mortalmente enfermo de meningitis bacteriana, y algunos vecinos habían estado hablando con ellos acerca de Jesús.
Oraron y dijeron: “Jesús, no sabemos cómo caminar contigo, pero si sanas a Daniel, te prometemos que vamos a dedicarlo a tu servicio, y te vamos a consagrar a toda nuestra familia”, explicó Calveti en una entrevista reciente con la Asociación Evangelística Billy Graham.
Unas semanas después de la desesperada oración de sus padres, recibieron la peor noticia imaginable: su pequeño había muerto.
Su cuerpo fue envuelto en una sábana blanca y llevado a la morgue del hospital. Pero entonces sucedió algo increíble.
“Estuve muerto durante ocho horas”, dijo Calveti. “Y después de ocho horas, Dios tocó mi cuerpo”.
El aterrorizado equipo de limpieza notó pequeños brazos y piernas moviéndose debajo de la sábana.
“Y el médico estaba tan asustado, que llamó a mis padres nuevamente diciéndoles: ‘Oye, no sé qué pasó, pero Daniel, ha vuelto a la vida … y no podemos encontrar ninguna meningitis en su cuerpo. Él está sano’”.
Los padres de Calveti lo consideraron un milagro de Dios, y cumplieron su promesa. Dedicaron sus vidas y la de su hijo a servir a Cristo.
Después de vender sus negocios y dejar su hogar en Venezuela, la familia finalmente se estableció en Puerto Rico, donde Calveti vivió durante 22 años y donde sus padres todavía están sirviendo al Señor en su iglesia, Fruto de la Vid.
“Mi corazón está muy conectado con Puerto Rico”, dijo Calveti. “Mi esposa es de Puerto Rico. Mis hijos son de Puerto Rico”.
Calveti recientemente se mudó con su familia a Dallas, Texas, pero está planeando llevarlos a San Juan esta semana para el Festival de la Esperanza con Franklin Graham en Puerto Rico. Calveti es uno de los varios músicos que participan en el Festival, que tiene como objetivo compartir la esperanza de Cristo con la gente de toda la isla.
“Oh, estoy muy emocionado”, dijo Calveti. “Esta es una oración respondida por Puerto Rico”.
La isla tiene unas 100 millas de largo y 35 millas de ancho, con 3,5 millones de personas que la consideran su hogar. Calveti dijo que muchos puertorriqueños se consideran cristianos, pero se han alejado de la fe. El próximo Festival ya ha ayudado a unir a los creyentes en torno a un objetivo común: llegar a sus vecinos con la esperanza del Evangelio.
“Las estaciones de radio cristianas de Puerto Rico, las iglesias, todos los pastores de diferentes denominaciones, están trabajando juntos, y eso no es muy común en Puerto Rico, así que me complace ver esa unidad”, dijo Calveti.
El Festival será el cuarto evento de Calveti con BGEA. Dirigió la adoración en los Festivales de Franklin Graham en Los Ángeles, California (2011); La Paz, Bolivia (2013); y El Paso, Texas (2014).
“Cada vez, ha sido una gran bendición para mí y para nuestra banda”, dijo Calveti. “Y mi parte favorita del Festival es cuando hacen el llamado al altar para recibir a Jesús”.
El próximo fin de semana, tendrá la oportunidad de compartir ese momento con toda su familia, incluida su esposa Shari, sus tres hijos y sus padres, que todavía están viviendo la promesa que hicieron hace casi cuatro décadas.
Calveti cree que Jesús lo salvó ese día en las profundidades del hospital. Y él cree que Jesús todavía está salvando a las personas hoy en día, incluso aquellos que están espiritualmente muertos.
“Déjenme decirles, en este momento en el mundo, están tratando de dejar de mencionar el nombre de Jesús”, dijo Calveti. “Así que, para mí, lo que le da credibilidad al ministerio de Franklin Graham es que él siempre está predicando acerca de Jesús”.
“Eso es lo que necesitamos en este momento, y por eso estoy muy emocionado, porque en Puerto Rico, todo el mundo va a escuchar el nombre de Jesús como Salvador, como Sanador, y eso me emociona”.