Seis horas.
Eso es más o menos lo que dura el día en esta época del año en Hay River, en los territorios del noroeste de Canadá. El amanecer tiene lugar hacia las 9:30 de la mañana, y el sol se pone a las 3:30 de la tarde. Al escuchar a líderes cristianos locales, la persistente oscuridad podría ser una metáfora de la condición espiritual de la pequeña ciudad del norte de Canadá.
«Hay mucha oscuridad. Muchas cosas frenan la voluntad de la gente de venir a la iglesia, o de cambiar su estilo de vida hacia el Señor», dijo el pastor Samuel Acey, quien dirige dos iglesias locales, una de ellas en la Reserva de la nación K’atlodeeche. «Muchas adicciones… han tenido lugar muchas heridas, incluso dentro de la iglesia.
»Hemos tenido crisis tras crisis desde antes de COVID, por no hablar de después de COVID. Ha habido fuertes crisis que no han cesado desde COVID», continuó el pastor Acey. «Nos ha costado avanzar, e incluso los que están en la iglesia se están cansando y hastiando. Ahora estamos agotados. El aspecto espiritual es realmente una batalla que tenemos que entregar al Señor».
Un encuentro con Cristo en Navidad
Cuando la gira de Navidad llegó a su fin en Hay River el domingo por la noche, Will Graham habló de la primera Navidad, e imploró a los asistentes que experimentaran de verdad la Navidad por primera vez este año al poner su fe en Jesucristo.
«Tú fuiste hecho a mano por Dios», les dijo Graham. «Dios lo sabe todo sobre ti. Él ve el quebrantamiento de tu vida. Él ve el quebrantamiento de tu comunidad. Él ve el quebrantamiento de tu mente y de tu corazón. Él ve la ira, la amargura y la soledad.
»Pero hoy estoy aquí para decirte que todo lo que buscas, todo lo que anhelas, lo encontrarás al tener una relación con Jesucristo. No se trata de ser religioso, sino de conocer a Jesucristo en tu corazón, pedirle que entre en tu vida y te perdone tus pecados: para eso vino Jesús».
>> Tú puedes pedirle a Cristo que entre en tu vida hoy mismo.
Mundo pequeño, Evangelio grande
Cuando Graham invitó a la audiencia a iniciar una relación con Jesús, muchos pasaron al frente, entre ellos un grupo de hombres que inclinaron la cabeza para orar.
Gary,* quien trabajaba para Samaritan’s Purse of Canadá en Calgary (ministerio hermano de la Billy Graham Evangelistic Association, BGEA), cambió de trabajo hace muchos años para trabajar en la construcción. Ese trabajo lo llevó a Hay River hace apenas una semana, donde está ayudando a la zona a recuperarse de las inundaciones de principios de año.
Hace apenas unos días, Gary habló con un compañero de trabajo que le preguntó si había oído hablar de Will Graham.
«¿Will Graham? ¡Por supuesto! Es el hijo de Franklin Graham», respondió Gary. Los dos hombres comenzaron a conversar acerca del evento que tendría lugar el domingo por la noche, y un tercer compañero también dijo que asistiría.
«De hecho, ambos pasaron al frente y entregaron sus corazones al Señor, así que fue increíble», sonrió Gary. «Ambos están muy emocionados. Quizá por eso estoy aquí [en Hay River]».
Pero eso no fue todo. El propio Gary pasó al frente para volver a dedicar su vida al Señor. «La vida a veces es muy difícil. Presenta muchos retos. También fue una buena oportunidad para mí, para reconectar y rejuvenecer mi fe».
Esperanza para los desesperados
La gira de Navidad por el Norte de Canadá concluyó al final del evento del domingo por la noche en Hay River. Más de 500 personas escucharon las Buenas Nuevas de Jesucristo durante la gira por tres comunidades, y muchos de ellos tomaron la decisión personal de recibir a Jesucristo en sus corazones.
«Creo que Dios verdaderamente ha cambiado vidas a través de estas tres noches. Creo que hay grandes cosas en el futuro», dijo Dion Collins, director ministerial de la BGEA de Canadá. «Escuchar el clamor del corazón de la gente local por más oración, por querer ver a Dios hacer una obra increíble, eso es lo que me llevo en el corazón».
Muchos oran para que la vida no vuelva a ser como antes en estas ciudades del norte de Canadá.
El pastor Acey, por ejemplo, cree que hay una nueva luz en la oscuridad: «Estamos viendo cosas asombrosas. La gente ve esperanza, mientras que antes había mucha desesperanza.
«La gente está en un buen momento espiritual esta noche. Esto es algo que se ha venido construyendo hasta llegar a este momento», continuó. «Es una oportunidad para que el Señor traiga sanidad».