Habitantes de Tennessee encuentran restauración tras devastadores tornados

«Orar no es lo único que puedes hacer. Orar es lo mejor que puedes hacer. La oración cambia las cosas», dijo Mike Clark, quien ha servido como capellán del Billy Graham Rapid Response Team desde 2010.

Mike Clark, capellán del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT), llegó a Clarksville, Tennessee, un día después de que horribles tornados arrasaran el estado.

La tormenta cobró la vida de al menos seis personas —entre ellas dos niños—, hirió a docenas más y dañó más de 100 viviendas.

«La palabra que sigue llegando [a mi mente] es quebranto», dijo Clark. «La gente sigue diciendo: “Estoy dañado, soy una persona destruida”».

«Pero el hilo conductor es que Jesús puede sanar todo quebranto. Él es quien repara los corazones rotos y las vidas destruidas, y en eso nos enfocamos».

La semana pasada se informó a los residentes de un complejo de apartamentos de Clarksville de que, debido a los daños causados por el tornado, su edificio había sido condenado y debían desalojarlo en 24 horas.

Para una familia, esto significó prepararse para ir a Texas, donde viven sus parientes más cercanos.

Los capellanes ayudaron a sacar las pertenencias del complejo de apartamentos y proporcionaron atención emocional y espiritual cuando los residentes empezaron a lidiar con todo lo que estaba ocurriendo.

Los capellanes del BG-RRT hablaron de la paz que Dios ofrece en las tormentas de la vida a través de la relación con su Hijo, Jesucristo. Cuatro personas —entre ellas una mujer y su hijo pequeño del complejo de apartamentos— oraron y decidieron seguir a Jesús como Señor de sus vidas.

«Si podemos ofrecerles a Jesús, Él puede cambiar sus vidas», dijo Clark, con lágrimas en los ojos. «Es increíble cómo Dios convierte el caos en calma.

»[Estas personas] pueden haber perdido muchas de sus pertenencias eternamente, pero encontraron a Jesús eternamente».

Por favor, oren por los habitantes de Tennessee y Kentucky que han pasado por pérdidas inimaginables en este horrible tornado, y para que los capellanes sigan siendo sensibles a la guía y orientación del Espíritu Santo.