Aunque el mundo entero se entregue a la preocupación y la ansiedad, los cristianos estamos llamados a mantener la mirada en Jesús.
Medita sobre lo que Dios dice en estas promesas de las Escrituras y encuentra una esperanza duradera en un mundo que puede hacernos caer en la desesperanza.
«Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza».
—Jeremías 29:11, NVI
«Por su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada en el cielo para ustedes».
—1 Pedro 1:3-4
«En cambio, nosotros somos ciudadanos del cielo, de donde anhelamos recibir al Salvador, el Señor Jesucristo».
—Filipenses 3:20
«Porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos».
—Sofonías 3:17
«Que el Dios de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo».
—Romanos 15:13
«Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán».
—Isaías 40:31
«Y ahora, Señor, ¿qué esperanza me queda? ¡Mi esperanza he puesto en ti!».
—Salmos 39:7
«Aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo».
—Tito 2:13
«Alégrense en la esperanza, muestren paciencia en el sufrimiento, perseveren en la oración».
—Romanos 12:12
«Pues los sufrimientos ligeros y efímeros que ahora padecemos producen una gloria eterna que vale muchísimo más que todo sufrimiento. Así que no nos fijamos en lo visible, sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno».
—2 Corintios 4:17-18
«De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros».
—Romanos 8:18
«¡Miren que vengo pronto!».
—Apocalipsis 22:12
«De hecho, todo lo que se escribió en el pasado se escribió para enseñarnos, a fin de que, alentados por las Escrituras, perseveremos en mantener nuestra esperanza».
—Romanos 15:4
«Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir».
—Apocalipsis 21:4
«Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!».
—Lamentaciones 3:21-23