Desde una perspectiva bíblica, ¿cómo debería lucir la reconciliación racial? ¿Cómo puede responder la Iglesia a este tema que parece impregnar todos los aspectos de la sociedad actual, especialmente en los Estados Unidos?
«No podemos ignorar lo que está sucediendo en nuestra cultura, y vamos a tener que hablar de ello en la iglesia», dijo Cissie Graham Lynch en el episodio 92 de su pódcast Fearless [enlace en inglés].
Mientras que la división, el dolor y la confusión siguen plagando la nación —e incluso la iglesia—, Lynch cree que muchos cristianos no saben cómo abordar la causa de raíz de una manera amorosa y que honre a Dios.
Como parte de la serie «El elefante en la habitación», Lynch invitó a Monique Duson, presidenta del Center for Biblical Unity [Centro para la Unidad Bíblica] y exmisionera en Sudáfrica, a compartir su visión espiritual sobre las cuestiones raciales.
>> Escucha el episodio completo [enlace en inglés].
«Técnicamente, el racismo no es un problema de piel, es un problema de pecado. Y sé que tal vez suene a cliché, pero es muy cierto», dijo Duson. «El racismo es un problema del corazón, porque el corazón del hombre puede ser perverso».
«Todos somos capaces de ser racistas. No es un problema solo de blancos o negros», coincidió Lynch. «Estamos [tratando con] el corazón del hombre, y solo Dios puede sanar el corazón del hombre».
Juntas, Lynch y Duson examinaron más de cerca el racismo, la reconciliación y el significado de la verdadera unidad bíblica.
«Si Jesucristo no está en el centro de todas estas conversaciones, si la Palabra de Dios no es el fundamento aquí, nunca conseguiremos esa unidad», dijo Lynch.
A lo largo de su conversación, Lynch y Duson le recordaron a los oyentes que Jesús es el único que realmente puede traer sanación y esperanza a nuestra nación.
«¿Cómo podemos tener… unidad?» preguntó Duson. «A través del poder del Espíritu Santo».