Con el inicio del nuevo año escolar, los niños comienzan a llenar su tiempo con clases de geometría, idiomas y ciencias, y muchas otras actividades extracurriculares. Antes de que tu calendario se llene de actividades, considera algunas maneras en que tu familia puede priorizar a Dios y ayudar a tus hijos a prosperar espiritualmente tanto en casa como en la escuela.
«Según la gracia que Dios me ha dado, yo, como maestro constructor, puse el fundamento y otro construye sobre él. Pero cada uno tenga cuidado de cómo construye, porque nadie puede poner un fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo». —1 Corintios 3:10–11
La Biblia nos dice que el primer paso para sentar unos cimientos sólidos en nuestros hogares es la fe en Jesucristo. Al comienzo de otro ajetreado año escolar, considera estos tres pilares fundamentales que te ayudarán a guiar a tu familia en tu día a día.
Compartir las Buenas Nuevas
Has sido llamado a compartir el Evangelio no solo con tus vecinos o compañeros de trabajo. De hecho, el primer lugar para hablar de lo que Jesús ha hecho por nosotros es en casa.
«Cada vez que [Jesús] salvaba o sanaba a alguien, su primera preocupación era que esa persona fuera a casa y se lo dijera a su familia», dijo Billy Graham en un mensaje pronunciado en Sheffield, Inglaterra, en 1985.
Un primer paso puede ser compartir tu testimonio personal con tus hijos. Independientemente de su edad, contarle a tus hijos cómo llegaste a la fe en Jesucristo y explicarlo con algunos versículos de las Escrituras es importante para su formación espiritual.
Estudiar las Escrituras
Si bien es muy importante que tus hijos aprendan geografía y matemáticas en la escuela, es mucho más importante que aprendan las verdades de las Escrituras en casa. No importa qué estés haciendo con tus hijos, cual quier minuto que pasas con ellos es una oportunidad única para guiarlos a Cristo, y un poco de creatividad puede ayudarte a incorporar la Palabra de Dios a lo largo del día. ¿A qué hora del día puedes introducir una historia bíblica en un juego o actividad?
Quizás en el auto puedas poner música de adoración bíblica, o escuchar juntos una historia bíblica en audio. Tal vez puedes compartir con tus hijos lo que leíste en tu devocional esa mañana, o enseñarles un versículo bíblico con movimientos de las manos que hará que memorizar las Escrituras sea divertido.
Otra idea es llenar el tiempo de entretenimiento familiar con opciones que inculquen verdades bíblicas. Disfruta de una noche de cine en familia con una película basada en la fe, o escucha un testimonio interesante en un pódcast cristiano.
Finalmente, no olvides que es esencial dar un buen ejemplo.
«¿Tú y tu esposa leen la Biblia y oran juntos?», preguntó Billy Graham. Son cosas sencillas, pero dicen mucho a los corazones más jóvenes.
Modelar dependencia de Dios
Al cuidar de tu hogar, puede ser fácil sentirte desanimado e incapaz de guiar a tus hijos a Cristo. Afortunadamente, Dios no nos creó para vivir independientes de su poder y gracia. Él puede darnos todo lo que necesitamos para vivir para su gloria si tan solo se lo pedimos. Ora con tus hijos: demostrar tu total dependencia de Dios delante de ellos les mostrará lo que realmente significa tener una relación personal con Dios.
«En el hogar, no se puede ser el esposo, padre, esposa o hijo correcto sin Cristo», dijo Billy Graham.
Así como Jesús enseñó a sus discípulos a orar, enseña a tus hijos a orar este año escolar. Puede ser tan simple como pedir a cada niño que ore por turnos antes de las comidas, o que le pidan a Dios fuerzas para el día mientras los llevas a la escuela. Tómate unos momentos para orar incluso por los detalles más pequeños.