La Biblia está llena de verdades que pueden ayudarte a librar las batallas de la vida diaria. Sin embargo, es muy fácil que las preocupaciones, pensamientos y ansiedades de la vida nos mantengan ocupados y distraídos, y nos olvidemos de tomar un tiempo para escuchar la voz de Dios.
¿Cómo conseguir concentrarnos en las Escrituras, sin distracciones, recogiendo las lecciones que necesitamos para crecer en nuestra fe?
Anne Graham Lotz ha desarrollado un método de estudio bíblico basado en tres preguntas que tienen como objetivo encontrar el significado del pasaje y extraer lecciones del mismo.
>>Mira cómo Anne Graham Lotz explica su método [enlace en inglés]
Lotz resume el proceso de la siguiente manera: «¿Qué dice? Enumera los hechos. ¿Qué significa? Extrae un principio de cada hecho. ¿Qué significa para mi vida? Pon el principio o la lección en forma de una pregunta que te haces a ti mismo, y anota tus observaciones en una hoja en blanco».
Antes que nada, ora.
Antes de empezar a estudiar la Palabra, ora. Pídele a Dios que te revele lo que quiere que aprendas del pasaje.
«Hay una dimensión de las Escrituras que Dios solo le revela a quienes se acercan por medio de la fe», explicó Lotz. «Ora para que el Espíritu Santo, quien ha inspirado cada palabra de este libro, abra su Palabra delante de ti para que puedas escuchar su voz hablándote a través de ella».
>>Consejos para leer y entender la Biblia
Una vez que comiences a leer, hazte estas tres preguntas.
1. ¿Qué dice la Palabra de Dios?
Para escuchar a Dios hablar a través de un pasaje, primero hay que entenderlo.
Lee la sección de la Escritura que has decidido estudiar y luego vuelve a leerla. ¿Cuáles son las partes principales que te llaman la atención? ¿Qué versículos son los más importantes para la historia o el tema?
Anota las palabras clave de esos versículos en forma de lista.
Anne Graham Lotz llama a esta la lista de «hechos», y te anima a que uses siempre solo las palabras y términos que encontraste directamente en el pasaje. «Si no tienes cuidado, corres el peligro de poner palabras en la boca de Dios», advierte Lotz. «Queremos que esto sea exactamente lo que Él está diciendo».
2. ¿Qué significa la palabra de Dios?
Con esa lista de palabras clave o «hechos», busca qué lecciones importantes puedes aprender de ellas. La idea principal aquí es sacar una lección de la información reunida en el paso anterior.
Pregunta: ¿Qué hace bien la gente en el pasaje? ¿Qué hacen mal? ¿Contiene el pasaje un ejemplo? ¿Una promesa? ¿Una advertencia? ¿Hay algún mandato que deba obedecer?
«No hay respuestas correctas o incorrectas», dijo Lotz. Las respuestas serán únicas para ti. «Los hechos son los hechos, pero luego, a partir de esa lista de palabras clave, es posible que encuentres lecciones diferentes a las que encontró otra persona».
3. ¿Qué significa la Palabra de Dios para mi vida?
El último paso es tomar los principios que acabas de escribir y reformularlos como una pregunta para hacerte a ti mismo.
Sugerencias de Anne para el estudio de la Biblia:
- Elige un espacio para estudiar regularmente.
- Elige un horario regular.
- Ora pidiendo a Dios que te hable.
- Escribe tus respuestas a cada una de las tres preguntas.
- Dedica tiempo a reflexionar sobre tus respuestas.
Por ejemplo: Si la lección es «La obediencia a la Palabra de Dios no se da de forma automática o natural; hay que aprenderla» —una idea extraída del Salmo 119:33—, la pregunta podría ser: «¿Hasta qué punto soy enseñable?».
Pero no te detengas ahí. Anota los puntos que más te han llamado la atención.
«Cuando siento que Dios me ha hablado y tiene un mensaje para mí, entonces lo que hago es escribir eso que creo que Dios me ha dicho… [y me pregunto,] ¿qué voy a hacer para vivirlo? ¿Qué me ha dicho Dios para que lo viva?».
Con todo eso escrito, ve y aplícalo a tu vida.
¿Tienes curiosidad por conocer a Jesús y su amor por ti? Recorre estos pasos hacia la paz con Dios.