Hablar de Jesucristo con otras personas no es solo una sugerencia para quienes le siguen, es un mandamiento (ver Mateo 28:19–20).
Compartir la transformación que Cristo está haciendo en tu vida y la esperanza de vida eterna que ahora tienes puede cambiar la vida de los que te rodean. Puedes guiarles a una paz verdadera y perdurable.
1 Pedro 3:15 dice: «Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes» (NVI). Aquí hay algunas sugerencias que te ayudarán a compartir tu fe de una manera amorosa y eficaz:
- Procura memorizar algunas Escrituras para que las puedas citar confiadamente. Comienza con:
«…pues todos han pecado y están privados de la gloria de Dios…» —Romanos 3:23
«Porque la paga del pecado es muerte, mientras la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor» —Romanos 6:23
«De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.» —Juan 3:16
- Ora por las personas que no tienen una relación con Cristo. Pasa tiempo con ellas y pídale a Dios que te dé oportunidades para compartirles tu fe.
- Busca oportunidades para mencionar a Cristo en tus conversaciones. Por ejemplo, puedes preguntar: «¿Qué crees que pasa después de la muerte?» Escucha sus ideas, y luego comparte tus creencias.
- Invita a tus amigos a la iglesia o a algún concierto cristiano, o bien, comienza un estudio bíblico. Ir a la iglesia puede ayudarte a conocer cómo compartir tu fe. Si la persona con la que estás compartiendo tu fe no vive cerca de ti, comparte este ubicador de iglesias.
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