Devocional de Will Graham: Cuatro formas de detectar falsas doctrinas

Lectura bíblica: 2 Pedro 2:10-16

En nuestra sociedad actual, a menudo se aceptan creencias y enseñanzas falsas sin ponerlas a prueba. La gente cree que los memes de las redes sociales y las personalidades que aparecen en la televisión son la fuente de la verdad. Escuchan rumores, mitos y habladurías, y se aferran a ellos como si fueran la última palabra.

Lamentablemente, diversas herejías —es decir, enseñanzas no bíblicas e incluso antibíblicas— se están introduciendo incluso en nuestras iglesias.

Aunque lo vemos mucho en nuestro mundo moderno, no es un fenómeno nuevo. Incluso en el primer siglo, los falsos maestros se abrían paso en las iglesias, y mucha gente creía las mentiras que vendían.

Casi al final de su vida —probablemente en la cárcel y a punto de ser ejecutado por los romanos—, el apóstol Pedro estaba muy preocupado por las herejías que se estaban introduciendo en las iglesias de Asia Menor. Las falsas enseñanzas habían provocado que muchos seguidores de Cristo se alejaran, y estaban causando disensiones.

Esto preocupó tanto a Pedro que escribió una carta a estas iglesias (su segunda epístola), en la que denunciaba a los líderes heréticos que estaban causando tantos problemas.

Al hacerlo, nos dio varias características para ayudarnos a identificar a los falsos maestros. Casi 2000 años después, Segunda de Pedro 2:10-16 sigue sirviendo de advertencia y guía en la iglesia actual.

En primer lugar, una señal que apunta a una falsa enseñanza es el orgullo. Tenlo por seguro: el orgullo es una perversidad grave y peligrosa. La Escritura dice que un falso maestro es «presuntuoso» y «obstinado». En otras palabras, consideran que su propia autoridad tiene prioridad sobre la autoridad de la Biblia.

Tal vez consideren que la Biblia está «inspirada» por Dios, pero sienten que hay que actualizarla según su comprensión moderna de las normas sociales. Al hacerlo, su orgullo les lleva a pervertir las Sagradas Escrituras.

En segundo lugar, un falso maestro es deliberadamente ignorante. Cada vez que veo una enseñanza falsa, me pregunto cómo maestros supuestamente «cristianos» pueden decir algo que está totalmente en desacuerdo con la Biblia. Sin embargo, Pedro nos dice en el versículo 12 que los falsos maestros «blasfeman en asuntos que no entienden». Por un lado, dicen afirmar la autoridad moral de la Biblia, pero por el otro, ignoran sus enseñanzas voluntariamente.

En realidad, son muy parecidos a lo que describe Pablo en Romanos 1:25, que dice: «Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre».

En tercer lugar, otra señal que apunta a una falsa enseñanza es la lujuria. El pasaje describe a los falsos maestros diciendo que:

  • «… siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor» (v.10).
  • «Su concepto de placer es entregarse a las pasiones desenfrenadas en pleno día» (v.13).
  • «Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecar;  seducen a las personas inconstantes; son expertos en la avaricia…» (v.14).

La lujuria es el resultado de amarnos a nosotros mismos y al placer más que a Dios. Los falsos maestros que describió Pedro eran tan descarados que ni siquiera esperaban al amparo de la noche, sino que perseguían la depravación abiertamente durante el día. Además, utilizaban el placer sexual como una forma de atraer a su rebaño con sus mensajes heréticos.

Por último, los falsos maestros son codiciosos y les mueve la avaricia. El pasaje dice: «… son expertos en la avaricia». En otras palabras, desean la propiedad de otras personas y trabajan para explotar a los que les rodean.

Como ejemplo, Pedro se refirió a Balán, el profeta del Antiguo Testamento, quien prefirió la riqueza y la popularidad a la obediencia y la rectitud. Su codicia produjo enseñanzas de inmoralidad y pecado, en vez verdad y pureza.

Amigos míos, como seguidores de Jesucristo, debemos ver siempre todo a través de la lente de la verdad misma: la Biblia. Te animo a que pases tiempo en la Palabra de Dios, profundizando en las Escrituras, meditando en ellas y memorizándolas. Cuanto más comprendas e interiorices la Biblia, más fácil te resultará discernir la verdad de la mentira, y la sana doctrina de la falsa enseñanza.

Aunque las herejías han existido durante milenios, en la cultura actual es más importante que nunca estar en guardia contra las falsas doctrinas.

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Lectura bíblica: 2 Pedro 2:10-16, NVI

10 Esto les espera sobre todo a los que siguen los corrompidos deseos de la naturaleza humana y desprecian la autoridad del Señor. ¡Atrevidos y arrogantes que son! No tienen reparo en insultar a los seres celestiales, 

11 mientras que los ángeles, a pesar de superarlos en fuerza y en poder, no pronuncian contra tales seres ninguna acusación insultante en la presencia del Señor. 

12 Pero aquellos blasfeman en asuntos que no entienden. Como animales irracionales, se guían únicamente por el instinto, pues nacieron para ser atrapados y degollados. Lo mismo que esos animales, perecerán también en su corrupción 

13 y recibirán el justo pago por sus injusticias. Su concepto de placer es entregarse a las pasiones desenfrenadas en pleno día. Son manchas y suciedad, que gozan de sus placeres mientras los acompañan a ustedes en sus comidas. 

14 Tienen los ojos llenos de adulterio y son insaciables en el pecar; seducen a las personas inconstantes; son expertos en la avaricia, ¡hijos de maldición! 

15 Han abandonado el camino recto, y se han extraviado para seguir la senda de Balán, hijo de Bosor, a quien le encantaba el salario de la injusticia. 

16 Pero fue reprendido por su maldad: su burra —una muda bestia de carga— habló con voz humana y refrenó la locura del profeta.