Lectura bíblica: Hebreos 5:9-14, 6:1-3 (NVI)
Como evangelista, comparto el sencillo Evangelio de Jesucristo de la manera más clara y simple posible: que todos somos pecadores; que cuando aún éramos pecadores, Cristo murió por nosotros; que Él es el camino, la verdad y la vida; y que todo el que cree en Él no perecerá jamás, sino que por la fe ha conseguido la vida eterna.
En realidad es muy sencillo y, sin embargo, la eternidad pende de un hilo.
Pero incluso después de que alguien ha aceptado a Cristo como su Señor y Salvador, aún queda trabajo por hacer. Nuestro ministerio se esfuerza por dar seguimiento a cada persona, ayudándolos a involucrarse en una iglesia local y ayudándolos a crecer en su fe. ¿Por qué? Porque, al igual que un niño crece en sabiduría y poder, así también los nuevos creyentes deben pasar de ser bebés espiritualmente a ser cristianos fuertes a medida que comienzan a aplicar las Escrituras en su vida diaria y a lo largo de su viaje de fe.
Todo esto suena muy bien, pero a veces es más fácil decirlo que hacerlo. Como en cualquier área de la vida, algunos corren apasionadamente hacia la meta, mientras otros se quedan descansando, o se concentran en otras prioridades.
En Hebreos 5:11-14, vemos la descripción de algunas características de creyentes que no maduran en su fe.
Perezosos o «sin brillo»
La fe de una persona no madura cuando es perezosa o «torpe de oído» (v. 11). No tenían impulso ni iniciativa, y esto bloqueaba su capacidad de comprensión. Se sentaban y escuchaban, pero no prestaban atención ni aplicaban en su vida lo que habían aprendido de la Palabra de Dios.
Rechazan el crecimiento
Muchas de estas mismas personas eran débiles en su caminar con Cristo porque se negaban a crecer (v. 12). Tenían un conocimiento de Jesús y se identificaban con Él, pero se negaban a madurar en su fe y aplicarla a sus vidas. No habían progresado lo suficiente para poder pasar de la «leche espiritual» (lo básico) al «alimento sólido» (la aplicación de las Escrituras).
Son inexpertos
Algunas personas no crecen espiritualmente porque no han ganado habilidad en la Palabra de Dios, es decir, son inexpertos (v. 13). Para este tiempo ellos deberían haber estado enseñando [las Escrituras], pero no podían porque rehusaban ser capacitados en asuntos espirituales.
No ejercen discernimiento
Finalmente, algunos creyentes permanecen espiritualmente inmaduros porque no ejercitan sus sentidos mentales y espirituales (v. 14) y por lo tanto son incapaces de discernir entre el bien y el mal.
Revisar estas características de un cristiano que se encuentra atrofiado en su crecimiento puede resultar duro para algunos de nosotros, porque tal vez encontramos algunos aspectos en los que nos sentimos identificados. Entonces, ¿cuál es el remedio? ¿Cómo podemos llegar a ser cristianos plenamente desarrollados y maduros? Hebreos 6:1-3 nos ofrece algunas respuestas.
En primer lugar, debemos construir sobre las enseñanzas que ya conocemos (v. 1). Los cimientos ya están puestos. Ahora debemos desarrollar nuestra estructura espiritual, añadiendo profundidad y comprensión.
En segundo lugar, debemos estar decididos a crecer (v. 3). El autor hace una declaración: «así procederemos», lo que muestra la determinación necesaria para crecer como cristianos.
En tercer lugar, también debemos darnos cuenta de que dependemos totalmente de Dios para crecer. Al decir «si Dios lo permite» (v. 3), el autor muestra que no podemos crecer en nuestras propias fuerzas.
En resumen, la respuesta para salir de un crecimiento espiritual atrofiado e inmaduro es tener la motivación para construir sobre la base del Evangelio que nos fue dada, seguir adelante con determinación y tener confianza en la fidelidad y la fuerza de Dios.
Amigos míos, es fácil caer en la pereza y la inmadurez. Debemos buscar apasionada y deliberadamente seguir a nuestro Salvador y anhelar la increíble riqueza de sabiduría que nos ha dado. Solo de esta forma conseguirás fortalecer tu caminar en la fe, y estarás mejor preparado para impactar el mundo para el Reino.
>>¿Aún no has tomado la decisión de seguir a Jesús? Toma la decisión de acercarte a Él hoy mismo.
Lectura bíblica: Hebreos 5:9-14, 6:1-3, NVI
Hebreos 5:9-14
9 y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen,
10 y Dios lo nombró sumo sacerdote según el orden de Melquisedec.
11 Sobre este tema tenemos mucho que decir aunque es difícil explicarlo, porque a ustedes lo que les entra por un oído les sale por el otro.
12 En realidad, a estas alturas ya deberían ser maestros, y sin embargo necesitan que alguien vuelva a enseñarles las verdades más elementales de la palabra de Dios. Dicho de otro modo, necesitan leche en vez de alimento sólido.
13 El que solo se alimenta de leche es inexperto en el mensaje de justicia; es como un niño de pecho.
14 En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual.
Hebreos 6:1-3
1 Por eso, dejando a un lado las enseñanzas elementales acerca de Cristo, avancemos hacia la madurez. No volvamos a poner los fundamentos, tales como el arrepentimiento de las obras que conducen a la muerte, la fe en Dios,
2 la instrucción sobre bautismos, la imposición de manos, la resurrección de los muertos y el juicio eterno.
3 Así procederemos, si Dios lo permite.