«Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una colina no puede esconderse. Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo».
Mateo 5:13-16, NVI
¿Qué quería decir Jesús con esas metáforas de la sal y la luz? Creo que Jesús estaba diciendo: «Si eres un seguidor mío, quiero que vivas una vida que sea como la sal: una vida que haga que la gente tenga sed de Dios. Y quiero que vivas una vida que sea como la luz: una vida que haga brillar mi mensaje de esperanza, gracia, amor, redención, justicia y vida eterna. Una vida que haga brillar ese mensaje en las zonas oscuras de la desesperanza».
¿Qué aspecto tiene eso en el siglo XXI? ¿Cómo podemos ser tú y yo una sal más fuerte y una luz más brillante en nuestra cultura, que necesita a Jesús tan desesperadamente?
Al pensar en esto, me pregunté: ¿Y si Jesús viviera físicamente en mi casa? ¿Y si viviera con mi esposa Leslie y conmigo durante un tiempo? ¿Qué aprendería yo del Maestro cuando se relacionara con los vecinos?
Y al estudiar la vida del Maestro, aprendí muchas cosas. Lo primero es que creo que si Jesús viviera en mi casa, antes de hablar con mis vecinos sobre su Padre celestial, hablaría con su Padre celestial sobre mis vecinos. Él oraría.
Antes de embarcarse en algo, Jesús lo llevaba al Padre en oración. ¿Has pensado alguna vez en el hecho de que las oraciones de Jesús por las personas perdidas continuaron hasta sus últimos respiros en la cruz?
¿Estamos orando? ¿Hay alguien en tu vida por quien solías orar? Solías elevarlos en oración frente al trono de Cristo, pero luego, es casi como si hubieras tomado la decisión por ellos. No lo dices, pero tu actitud dice: «Nunca van a venir a la fe». Y como que te das por vencido por ellos.
He aquí una pregunta convincente: ¿Qué pasaría si, esta noche, volvieras a tu habitación y Jesús se te apareciera y te dijera: «Voy a concederte todo lo que pediste en tus oraciones la semana pasada»?
Si Él dijera eso esta noche, ¿habría alguien nuevo en el Reino de Dios mañana?
¿Estamos orando? ¿Estamos orando con constancia, con expectación, con fervor? Creo que si Jesús viviera en mi casa, eso es lo primero que aprendería de Él.
>> Hace unos meses, el libro The Case for Heaven, de Lee Strobel, se convirtió en un documental de talla mundial. No te pierdas esta entrevista.
Esta es una adaptación de «Stronger Salt, Brighter Light», un seminario con Lee Strobel, celebrado en el Billy Graham Training Center at The Cove en Asheville, NC, del 25 al 27 de agosto de 2021.
Lee Strobel es exeditor jurídico de The Chicago Tribune, autor de más de 40 libros y director fundador del Centro Lee Strobel de Evangelismo y Apologética Aplicada de la Universidad Cristiana de Colorado.
Usado y traducido con permiso. ©2021 Lee Strobel.