Mientras nos preparamos para esta temporada de celebraciones, es importante detenernos un momento y considerar todas las bendiciones que tenemos. Es fácil hacerlo cuando tienes un techo sobre la cabeza, comida en la mesa, un trabajo que provee para tus necesidades y salud para ver otro día.
Pero tal vez en este tiempo estés luchando profundamente con desafíos físicos, dificultades económicas o problemas familiares. Puede que hayas recibido recientemente malas noticias que han sacudido tu mundo y te han dejado en terreno incierto. ¿Estás lidiando con un profundo dolor?
La verdad es que no siempre es tan fácil dar las gracias. Francamente, a menudo es más fácil quejarse, o simplemente sentarse en un rincón y mirar con impotencia cómo el mundo parece desmoronarse a nuestro alrededor.
Por supuesto, como cristianos comprendemos que hay algo más en todo ello.
En su libro Esperanza para el corazón afligido, mi abuelo Billy Graham escribió: «Vivimos en una época de oscuridad espiritual y agitación política. Solo el cristiano con visión de futuro permanece sinceramente optimista y gozoso, sabiendo que Cristo vencerá al final y que “si resistimos, también reinaremos con él” (2 Timoteo 2:12)».
Si los cristianos podemos estar agradecidos por una sola cosa en este mundo, es por esto: conocemos a Aquel que tiene el control; Él es la Roca a la que nos aferramos. Solo Jesús es fuente de gozo y paz cuando parece que tanto el mundo entero como nuestra situación personal continúa saturándose de angustia y desesperación.
Amigo mío, si estás luchando, quiero que sepas que el Salvador te ve. No te ha olvidado. Él comprende tu dolor y tus lágrimas. No creo que estés leyendo esto hoy por casualidad. Dios quiere que sepas que Él está contigo.
En Mateo 6:26, Jesús dijo: «Fíjense en las aves del cielo: no siembran ni cosechan, ni almacenan en graneros; sin embargo, el Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes mucho más que ellas?» (NVI). La respuesta a esta pregunta, por supuesto, es sí. Tú eres mucho más valioso: tanto que Jesús dio su vida por ti.
Aunque hoy no te sientas particularmente agradecido, anímate sabiendo que Él te sostiene en sus brazos. A pesar de lo que ocurre a nuestro alrededor en este mundo oscuro, tenemos esperanza. Tenemos motivos para estar agradecidos.