«Así que la ley vino a ser nuestro guía encargado de conducirnos a Cristo, para que fuéramos justificados por la fe». —Gálatas 3:24
Cuando Dios dio la ley, Él sabía que el ser humano era incapaz de cumplirla. Muchas personas están confundidas con respecto a por qué Dios dio una ley, si Él sabía que el ser humano no podía cumplirla. La Biblia enseña que la ley se dio como espejo: al mirar la ley y vemos nuestra condición espiritual. Es ahí donde vemos que siempre fallamos y eso nos lleva a la cruz de Cristo en busca de perdón. La Biblia enseña que, por esta razón, Cristo vino a redimir a los que estaban bajo la ley. El ser humano no podía cumplirla; por el contrario, estaba condenado por la ley.