Dios, el pacificador


 
«¡Tú guardarás en perfecta paz a todos los que confían en ti, a todos los que concentran en ti sus pensamientos!»
—Isaías 26:3, NTV

Tú tienes un ego, es decir, una conciencia de ser un individuo. Eso es verdad. Sin embargo, eso no significa que tengas que autoadorarte, pensar de modo constante en ti mismo ni vivir tan solo para ti. El sentido común te dice que tu vida sería triste si sigues ese rumbo. Dios está infinitamente mucho más preocupado por tu felicidad de lo que tú podrías estarlo jamás. Él afirma: «Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme» (Mateo 16:24). Hoy en día, hay muchas personas en el manicomio que pensaron excesivamente en ellos mismos hasta el punto de excluir a Dios y a los demás. Los hipocondriacos tienen una preocupación imaginativa por su estado de salud y piensan que nunca estarán bien, independientemente de su condición física.

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Oración de hoy

Haz que mi mente permanezca centrada en ti, Señor, y ayúdame a disciplinar mi ego que tiende a olvidarse de la paz que solo tu puedes brindar.