«Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy». —Juan 13:13
El Espíritu de Dios nunca te guiará en contra de la Palabra de Dios. He oído que la gente afirma: «El Señor me llevó a hacer esto. El Señor me dijo esto y aquello». Siempre desconfío un poco, a menos que lo que el Señor le dijo a alguien concuerde con su Palabra. Dios nunca nos ordena a hacer algo opuesto a su Palabra. El profeta Samuel dijo una vez: «El obedecer vale más que el sacrificio» (1 Samuel 15:22). La Sagrada Escritura nos enseña: «El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios» (Juan 7:17). Cuando te encuentras en un callejón sin salida y no sabes en qué dirección ir, si estás dispuesto a hacer su voluntad, Él te la revelará. Dios oculta su voluntad solo de aquellos que, antes de estar dispuestos a hacer su voluntad sea cual sea, buscan primero investigar qué es lo que Él va a decir.
Sé un cristiano obediente. Recuerda que adonde Dios guía, Él provee; ¡y adonde Él guía, suplirá toda necesidad!