«Porque por gracia ustedes han sido salvados…»
—Efesios 2:8
Según el diccionario, la gracia es el favor inmerecido de Dios hacia la humanidad. La Palabra «gracia» se emplea más de 170 veces solo en el Nuevo Testamento. La gracia no se compra. Es un regalo gratuito del Dios todopoderoso a la humanidad necesitada.
Cuando imagino a Jesucristo muriendo en la cruz por los pecados de la humanidad, veo el regalo gratuito de la gracia de Dios en Cristo reconciliando el mundo consigo mismo. Canto junto al famoso compositor:
«Sublime gracia del Señor
que a un pecador salvó;
fui ciego más,
hoy veo yo,
perdido y Él me halló».
Tu mente humana, con una filosofía de «devolver los favores que se hacen», apenas puede comprender todo el significado de la gracia de Dios. Sin embargo, mediante la inspiración de Dios, podrás comprender todo su significado, y ya no estarás limitado a un razonamiento meramente humano. Te deleitarás entonces en las riquezas espirituales de la verdad y del privilegio divino.
Sí, la gracia de Dios es una realidad. Miles de personas han probado, han analizado y han demostrado que la gracia es más que un credo frío, una doctrina dócil o una teoría tediosa. La gracia de Dios ha sido probada en el crisol de la experiencia humana, y se ha descubierto que es más que suficiente para los problemas y los pecados de la humanidad.
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Señor, en este día, ayúdame a tomar una conciencia más plena y más abundante de tu generosa gracia. Motívame a servirte.