«Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración…» —Marcos 11:24
En tiempos de adversidad, debemos orar para que no nos volvamos infieles e incrédulos. En tiempos de prosperidad, debemos orar para que no nos volvamos jactanciosos y orgullosos. En tiempos de peligro, debemos orar para que no tengamos miedo ni dudemos. En tiempos de seguridad debemos orar para que no nos volvamos autosuficientes.
Pecadores, pidamos perdón a un Dios misericordioso. Cristianos, oremos porque el Espíritu de Dios inunde este mundo obstinado, malvado e impenitente. Padres, oren para que Dios corone su hogar con gracia y misericordia. Hijos, oren por la salvación de sus padres. Cristianos, pueblo santo de Dios, oren para que el rocío del cielo caiga sobre el suelo seco y sediento de la tierra y que la justicia cubra la tierra como las aguas cubren el mar.