… el Señor me ha ungido […] a proclamar que los cautivos serán liberados y que los prisioneros serán puestos en libertad. —Isaías 61:1
Viktor Frankl, en su libro La búsqueda del significado del hombre, describe las reacciones de dos hermanos con la misma herencia, el mismo entorno, en el mismo campo de concentración bajo el régimen nazi. Uno de ellos se convirtió en santo y el otro en canalla. Frankl nos dice la razón. Él afirma que cada persona tiene dentro de sí misma el poder de elegir cómo reaccionar ante cualquier situación. Dios nos ha dado el poder de la elección. Algunas personas hoy no quieren aceptar la responsabilidad de sus acciones. Culpan a la sociedad. Culpan al medio ambiente. Culpan a las escuelas. Culpan a las circunstancias. Sin embargo, Adán pecó en un entorno perfecto en circunstancias perfectas. No podemos culpar todo a otra persona. Tenemos que aceptar la culpa nosotros mismos por nuestra parte. La sociedad está formada de individuos. Si tenemos una injusticia social, nosotros somos los que estamos mal; somos parte de ella. Aceptemos nuestra responsabilidad de hacer algo al respecto.