«Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti….» —Salmos 63:1
Algunos cristianos no han aprendido la importancia de tener un tiempo diario de devoción a solas con Dios. Hace un tiempo, un policía me preguntó cuál era el secreto de una vida victoriosa. Le respondí que no hay fórmula mágica que se conozca. Si una palabra pudiera describirla, yo diría que es rendición. La segunda palabra sería devoción. Nada puede ocupar el lugar de un tiempo de devocional diario con Cristo.
El tiempo de silencio, el tiempo de oración y el tiempo que le dedicas a la Palabra es imprescindible para tener una vida cristiana feliz. Es imposible ser un cristiano feliz, dinámico y fuerte a menos que se camine diariamente a solas con Cristo. Él llama hoy a los cristianos a la purificación, la dedicación, la consagración y la rendición completa. Esto marcará la diferencia entre el éxito y el fracaso de tu vida espiritual. Marcará la diferencia entre ser ayudado por otros o ayudar a los demás. Hará la diferencia en tus hábitos, en tu vida de oración, en tu lectura de la Biblia, en tu ofrenda, en tu testimonio y en tu participación en la iglesia. ¡Es la hora de tomar la decisión de seguir a Cristo!