«Gloríense en su santo nombre; alégrese el corazón de los que buscan al Señor. Busquen al Señor y a su fortaleza; busquen su rostro continuamente». —Salmos 105:3-4, NBLA
Jerónimo, uno de los primeros cristianos, afirmó: «La ignorancia de la Biblia significa ignorancia de Cristo». Job dijo una vez: «Guardé las palabras de su boca más que mi comida» (Job 23:12, RVR95). Jeremías declaró: «Al encontrarme con tus palabras, yo las devoraba; ellas eran mi gozo y la alegría de mi corazón». Para leer la Biblia, se necesita un «tiempo de silencio».
Los estudiantes cristianos a menudo me preguntan: «¿Cómo podemos mantener un nivel espiritual alto? ¿Qué debe hacer uno todos los días?». En respuesta, les comparto sobre mi «tiempo de silencio». Algunos días es temprano, a veces al final de la mañana y a veces en la noche, pero sin ese tiempo, mi vida cristiana sería un desierto. En Isaías 40:31, la Biblia dice: «Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán». Así que cobra fuerzas como las águilas, tal como sugirió el profeta. Establece una hora señalada cada día en la que puedas pasar unos minutos a solas con Dios.