«Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia». —Salmos 46:1, NTV
Las Escrituras nos dicen que Dios no tienta a nadie. La tentación siempre viene del diablo. Dios nos pondrá a prueba y nos dará la respuesta para soportar la tentación, pero el diablo es el que tienta. ¿Cómo vencemos la tentación? Una niña compartió una vez su método. «Cuando el diablo toca la puerta —dijo ella—, yo no la abro. Siempre envío a Jesús a la puerta».
Exactamente así debemos actuar para vencer la tentación. ¡Envía a Jesús a la puerta!