«… estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza». —Salmos 17:15, RV60
¿No es lógico creer que el único que puede volver a crearnos es Aquel que nos creó en primer lugar? Si tu reloj estuviera descompuesto, no lo llevarías a una herrería. Si tu auto necesitara una revisión, no lo llevarías a una fábrica. Nuestros problemas espirituales solo pueden ser resueltos por el Dios que nos creó originalmente. Él nos creó a su propia imagen y semejanza, y hoy, por la gracia de su Hijo, puede volver a crearnos a la semejanza de su resurrección. Por fe en Jesucristo, somos nuevas criaturas y somos partícipes de su vida.