«Así que, si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres». —Juan 8:36
La marca de un verdadero cristiano se encuentra en su relación personal con Jesucristo. El cristianismo es Cristo mismo. Cristo es el cristianismo. Hablo con reverencia cuando digo que Jesús es más que sus ideas. Todo lo que dijo fue cierto, pero sin Él, incluso la verdad hubiera carecido de poder. Los seres humanos conocen el poder de la verdad y la verdad es lo que los hace libres. Jesús declaró: «Yo soy la verdad» (Juan 14:6).