… que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. —Juan 15:12
Cuando estudiaba el tema de la «separación» en el Antiguo y en el Nuevo Testamento, descubrí que el peso de la Sagrada Escritura caía en la dirección de la comunión más que en la separación. ¿Cuál es la mayor evidencia contundente de que nosotros hemos pasado de la muerte a la vida? ¡Es el amor! Jesucristo claramente estaba hablando de una unidad visible, tal como el mundo la puede ver. Su motivo para orar era que el mundo creyera y conociera. Él oró por la unidad entre creyentes. Dios, que quiere la unidad del ser humano en Cristo, es un Dios de diversidad. Muchas veces queremos que todos sean iguales, que piensen y hablen como nosotros. Podríamos señalar muchos pasajes bíblicos para ver que el amor es la verdadera clave de la unidad cristiana. En el espíritu de la verdadera humildad, compasión, consideración y generosidad, debemos abordar nuestros problemas, nuestros trabajos e incluso nuestras diferencias.
En un mundo que necesita de tu amor, ayúdame a no juzgar a aquellos que te aman también. Tú nos hiciste a todos muy diferentes, Padre. Enséñame, mediante tu amoroso Espíritu Santo, la compasión y la verdadera unidad.