La vida en abundancia


 
«… y el que no come, para el Señor se abstiene, y también da gracias a Dios».
—Romanos 14:6

¿Crees que Dios se hubiera molestado en enviar a su Hijo al mundo si el ser humano fuera capaz de enfrentar la vida y la eternidad por sí mismo? La venida de Cristo al mundo demostró que Dios no estaba feliz con la infelicidad de la humanidad. Lo envió no solo para que tuviéramos vida eterna, sino para que la tuviéramos aquí y ahora, y en abundancia, ¡Vida con “V” mayúscula!

Las enseñanzas de Jesús fueron únicas y diferentes. Sacó la religión de la categoría teórica y la colocó en la práctica. ¡Él hablaba con autoridad! ¡Hablaba con rotundidad! ¡Hablaba como si supiera… y lo sabía! No era la conjetura ligera y vacía del filósofo que profesa buscar la verdad, pero admite fácilmente que nunca la ha encontrado. Fue más la voz segura del matemático que da sus respuestas sin vacilar, porque las pruebas de las respuestas se pueden encontrar dentro del problema.

Read this devotion in English on BillyGraham.org.

Oración de hoy

Señor Dios, sé que dependo completamente de ti. Te doy gracias por darme diariamente todo lo que mi cuerpo necesita.