Las manos de Jesús


 
«Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer».
—Mateo 25:35, NBLA

Durante la Segunda Guerra Mundial, una iglesia en Estrasburgo, en la frontera de Francia con Alemania, fue totalmente destruida; pero una estatua de Cristo que estaba junto al altar resultó prácticamente ilesa. Solo le faltaban las manos. Cuando la iglesia fue reconstruida, un escultor famoso se ofreció a hacerle nuevas manos; pero después de considerar el problema, los miembros decidieron dejar la estatua como estaba, sin manos. Manifestaron: «Porque Cristo no tiene manos, sino nuestras manos para hacer su trabajo en el mundo. Si no alimentamos al hambriento, si no le damos de beber al sediento, si no practicamos la hospitalidad, si no visitamos a los prisioneros ni vestimos a los desnudos, ¿quién lo hará?».

Cristo nos manda a que hagamos las mismas cosas que Él hizo cuando estaba en este mundo. Amigo mío, si el evangelio que predicamos no tiene una aplicación social, si no funciona eficazmente en este mundo de trabajo diario y constante, entonces no es el evangelio de Cristo.

Read this devotion in English on BillyGraham.org.

Oración de hoy

Mira mis manos, Señor Jesús, y te pido que las uses este día. Hazme consciente de las necesidades de los que sufren.