«Teman a Dios y respeten al rey». —1 Pedro 2:17, NTV
El Día de la Independencia de Estados Unidos deberíamos estar de rodillas y agradecer a Dios por todo lo que Él nos ha dado. Estados Unidos es un país donde todos tienen igualdad de oportunidades. Gracias a Dios por este país donde no hay casta ni clase que impida que una persona llegue a la cima. Si alguien tiene la voluntad de trabajar y estudiar, puede hacerlo sin importar su origen. Además, gracias a Dios, también gozamos de libertad de religión. Independientemente de lo que creas, nadie puede cerrar tu iglesia porque tu religión no coincide con la de alguien más. Algunas personas reunidas en una choza pequeña y lejana, que adoran a Dios porque creen en Él, tienen el mismo derecho de libertad religiosa que aquellos que adoran a Dios en las grandes catedrales de las avenidas de nuestras ciudades más grandes.