«Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores». —Salmos 34:4
El ser humano siempre ha estado asediado de preocupaciones, y las presiones de la vida moderna han agravado el problema. A todas las generaciones, Jesús les dijo: «Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.Por lo tanto, no se angustien por el mañana…» (Mateo 6:33-34). Muchos de ustedes están llenos de mil ansiedades. Llévenlas a Jesucristo por fe. Él traerá paz a su alma y a su mente.