Pensamientos y acciones


 
«Que las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón sean de tu agrado, oh Señor, mi Roca y mi Redentor».
—Salmos 19:14, NTV

Robert Browning afirmó: «El pensamiento es el alma del acto». Emerson dijo: «El pensamiento es la semilla de la acción. El antepasado de todo acto es un pensamiento». Si Dios destruyó el mundo una vez debido a que todo designio de los pensamientos del corazón de los hombres era de continuo solamente el mal, ¿no es razonable creer que todo el pecado, la lujuria y el libertinaje que están por todo el mundo hoy entristezcan su corazón tal como aquel día? Mucha gente sueña con el pecado, imagina el pecado; y, si se le da la oportunidad, se entrega al pecado. Todo lo que les falta es la ocasión para pecar. Así que, a los ojos de Dios, ellos son tan pecadores como si hubieran cometido la inmoralidad con la que sueñan. Todas las transgresiones comienzan con un pensamiento pecaminoso.

Tú que has venido a Cristo para tener un corazón puro, cuídate de las imágenes de lascivia y sensualidad que Satanás muestra en la pantalla de tu imaginación: selecciona cuidadosamente los libros que lees; elige con discernimiento el tipo de entretenimiento que frecuentas, los socios con quienes te relacionas y el entorno en el que te sitúes. Ahora que estás en Cristo, no debes permitir que se acumulen pensamientos pecaminosos en tu mente ni en tu alma de la misma forma en que no dejarías que se acumule basura en tu sala.

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Oración de hoy

Necesito que mis pensamientos sean purificados continuamente mediante el poder purificador de tu Espíritu, Dios todopoderoso.