«… celebrarán contigo todo lo bueno que el Señor tu Dios te ha dado a ti…». —Deuteronomio 26:11
Muchas veces, la iglesia se concentra en señalar los males y errores que pueden y deben evitarse, y nos olvidamos que Dios está profundamente interesado en que encontremos una forma de vida satisfactoria aquí y ahora mientras vivimos en la tierra. Los cristianos hemos hablado tanto de la experiencia cristiana desde una perspectiva negativa —lo que no debemos hacer— que nos hemos olvidado enfatizar la experiencia positiva, gozosa, emocionante y victoriosa de la comunión diaria con Cristo. Dios declaró que las cosas no satisfarán. ¡Dios satisface! Este es el secreto de la satisfacción del alma: «Se deleitará su alma en la abundancia» (Isaías 55:2, NBLA).
Elimina las obstrucciones, derriba las barreras y deja que tu alma encuentre la satisfacción de sus anhelos más profundos en la comunión con Dios.