¡Tú puedes predicar!


 
«Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo».
—Mateo 24:14

Nosotros somos los mayordomos del evangelio. El poder de proclamar la noticia más grande del cielo y de la tierra Dios no se le dio a los ángeles, sino a la humanidad redimida. Estaba dirigido a los laicos humildes. Algunos creen que solo los pastores deben predicar, pero eso es incorrecto. Todo cristiano tiene que ser testigo; todo seguidor de Cristo debe predicar el evangelio.

Podemos predicar al compartir nuestra experiencia con los demás. Podemos predicar al exaltar a Cristo en nuestra vida diaria. Se dice que los sermones que se ven son a menudo más efectivos que los que se escuchan. La verdad es que los mejores sermones son aquellos que se escuchan y se ven al mismo tiempo. Son una especie de testimonio audiovisual. También podemos predicar al dar ofrendas a los demás, para que ellos puedan hacerlo. Las donaciones para obras misioneras, las ofrendas a la iglesia y las contribuciones caritativas hablan elocuentemente de tu generosidad desinteresada.

En todas estas cosas, somos socios de Dios. Es por Su gracia que colaboramos para redimir al mundo. Dios necesita nuestro tiempo, nuestros talentos, nuestro testimonio y nuestro dinero, hoy más que en ninguna época de la historia. Sé un socio activo y pleno de Dios.

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Oración de hoy

Dondequiera que vaya hoy, hazme consciente de que las que las personas a mi alrededor necesitan tu amor. Así que, si les hablo sobre ti, si les digo algo amable o si les ministro de otras maneras, quisiera ser como tú, Señor, que siempre amas y siempre das.