Un nuevo nacimiento
«Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa… Pero Dios es tan rico en misericordia… nos dio vida cuando levantó a Cristo de los muertos…»
—Efesios 2:3-5, NTV
Hubo un período en el que todas las agonías que afligen a las mentes modernas fueron sentidas con la misma intensidad por otra generación. Hablo de los jóvenes que vivieron durante el siglo I d.C. Ellos también buscaban un cambio, pero dirigieron sus esfuerzos a los individuos, no al Imperio romano ni a las oficinas de gobierno. Finalmente, toda la estructura social y política sintió su impacto. En pocas palabras, esos hombres y mujeres renovados se llenaron de una fuerza única y dinámica.
Hoy en día, esa misma fuerza transformadora está a disposición de todos. Durante siglos ha obrado en las vidas de millones. Yo, personalmente, he visto cambiar a miles de personas. Jesús lo denominó «el nuevo nacimiento». La Biblia nos indica que no tenemos que seguir como estamos. Puedes convertirte en una nueva persona. Si tu problema es la culpa, la ansiedad, el miedo, el odio o lo que sea, Dios siempre puede resolverlo.
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Oración de hoy
Me deleito en saber, Señor Jesús, que no hay nada en mi vida que no se pueda cambiar a través de tu poder redentor.