… a los discípulos se les llamó “cristianos” … —Hechos 11:26
En el siglo III, Cipriano, obispo de Cartago, le escribió a su amigo Donato: “Este es un mundo malo, Donato, un mundo increíblemente malo. Sin embargo, en medio de este mundo descubrí un pueblo tranquilo, santo, que aprendió un gran secreto. Su gente encontró un gozo mil veces mejor que todos los placeres de nuestras vidas pecaminosas. Esa gente es despreciada y perseguida, pero no se preocupa por ello, porque es dueña de su alma; vencieron al mundo. Esa gente, Donato, son los cristianos, y yo formo parte de ellos”. Si te has arrepentido de tus pecados y has recibido a Cristo como Salvador, entonces tú también eres uno de ellos.
Hoy, Señor Dios, recuerdo a todos aquellos cristianos que se han ido antes que yo y te agradezco por la inspiración de su memoria. Que nunca dé por sentada la herencia que tengo en Cristo Jesús.