¿Y el amor?

¿Y el amor? ¿Cómo puedes estar seguro de que amas a alguien? Te sugiero las siguientes medidas sencillas que puedes aplicar en tu caso. ¿Tu amor es paciente? ¿Es considerado? ¿Puede esperar hasta el matrimonio para su consumación? La experiencia dice que la paciencia del amor verdadero es inagotable. El amor verdadero no se impone, no reclama derechos ni exige privilegios. Siempre piensa primero en la otra persona. La frase bíblica es que «no exige que las cosas se hagan a su manera» (1 Corintios 13:5, NTV). El amor verdadero nunca piensa mal del ser amado. Nunca es desconfiado, sino siempre es comprensivo e inspirador. El amor verdadero todo lo soporta. Nada lo debilita ni lo socava. Es una roca, un ancla, una base para todos los años venideros.

Estas pruebas sencillas son el espejo que millones de personas han utilizado. Los psicólogos, los psiquiatras y los consejeros matrimoniales atestiguan su validez. Fueron recomendados por primera vez hace casi 2000 años por un hombre llamado Pablo, en 1 Corintios 13. Ese capítulo proporciona la mejor definición del amor que el mundo ha recibido.

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