Desde las primeras horas de la mañana, pastores y líderes de iglesias cristianas en Phoenix, Arizona, comenzaron a ingresar a las instalaciones de Living Streams Church para un día de capacitación en materia de evangelización.Más de 300 pastores y líderes se reunieron en torno a un solo objetivo: que las iglesias locales vuelvan a enfocarse en la Gran Comisión ordenada por Cristo.«Una vida de misión es una vida de obediencia y entrega. Necesitamos ser una generación de discípulos de Jesús que realmente viva para Él», animó a la audiencia la autora y conferencista Alexandra Hoover. En un panel de discusión, pastores locales comentaron las oportunidades y desafíos de las iglesias locales en su ciudad. El pastor Andrew Brunson pasó dos años en prisión en Turquía a causa de su fe. En el Summit de Evangelismo, advirtió a los pastores que no deben sorprenderse al escuchar que una ola de hostilidad y persecución contra la iglesia se aproxima, y los invitó a preparar a sus congregaciones para que sepan mantenerse firmes cuando esto suceda.Los participantes disfrutaron de un dulce e íntimo tiempo de adoración al Señor. A lo largo del día, los participantes fueron animados a reunirse en grupos pequeños para comentar la ideas presentadas por los ponentes.«Esta generación necesita un mensaje claro de la Cruz. Un mensaje que les diga: “La Cruz de Cristo fue lo suficientemente amplia y profunda para salvarme a mí, y es lo suficientemente amplia y profunda para salvarte a ti”», dijo el autor y líder de jóvenes Eli Bonilla Jr.Los asistentes expresaron su agradecimiento de que el Summit de Evangelismo haya visitado su ciudad.Cuando los pastores locales fueron invitados a compartir testimonios, Nelson Escobar subió al escenario para relatar cómo esa misma mañana le explicó a su hija de 6 años el tipo de evento al que asistiría. La niña le dijo: «Papá, yo nunca te he visto hablarle a otros de Jesús». Escobar compartió que, gracias al comentario de su hija y los mensajes compartidos en el Summit, siente que Dios lo está llamando claramente a compartir su fe con otros.En un momento inolvidable, varios pastores y líderes formaron un círculo a fin de abrazarse y orar unos por otros, manifestando así la unidad de la Iglesia de forma tangible.
