«Así mismo serán perseguidos todos los que quieran llevar una vida piadosa en Cristo Jesús…».
2 Timoteo 3:12, NVI
Los cristianos siempre han sido perseguidos.
Jesús mismo dijo que esto sucedería: «Si el mundo los aborrece, tengan presente que antes que a ustedes, me aborreció a mí… Si a mí me han perseguido, también a ustedes los perseguirán» (Juan 15:18-20).
Desde 1992, la organización internacional Puertas Abiertas ha medido los niveles de persecución de cristianos en el mundo y ha presentado los resultados anualmente en la Lista Mundial de la Persecución (LMP), la cual incluye la lista de los 50 países donde es más difícil vivir la fe cristiana.
Puertas Abiertas nos invita a analizar los resultados de este informe considerando lo que dicen las Escrituras: «Si uno de los miembros sufre, los demás comparten su sufrimiento; y, si uno de ellos recibe honor, los demás se alegran con él» (1 Corintios 12:26).
En el informe presentado en enero de 2022, tres países de habla hispana fueron incluidos en la lista: Colombia (posición 30), Cuba (posición 37) y México (posición 43).
Por primera vez desde que se comenzó a medir la LMP, el primer puesto no lo ocupa Corea del Norte, que durante 20 años fue el lugar más peligroso para seguir a Cristo. Desde que los talibanes se apoderaron de Afganistán, este país se ha convertido en el lugar donde los cristianos son más duramente perseguidos por su fe.
Aunque los tres países latinoamericanos de la lista ocupan posiciones relativamente bajas, los tres países registran niveles «muy altos» de persecución según el índice de Puertas Abiertas. A pesar de que estos tres países tienen nominalmente mayorías cristianas, diferentes causas políticas y socioeconómicas han hecho que la persecución religiosa se haya convertido en un tema preocupante en las últimas décadas.
Colombia
Colombia se mantuvo en la posición número 30, misma en la que había clasificado en 2021. La persecución de los cristianos en este país está vinculada principalmente a grupos guerrilleros, pandillas criminales y a las creencias de algunos grupos indígenas.
«Los grupos guerrilleros amenazan, acosan, extorsionan e incluso asesinan a líderes de la iglesia, quienes son amenazados porque denuncian la corrupción, defienden los derechos humanos y se oponen a los cárteles de droga… Estas formas de persecución son particularmente prevalentes en las áreas rurales y remotas de Colombia», explica el reporte de Puertas Abiertas.
Por su parte, las comunidades indígenas en el país también persiguen a sus miembros que se convierten al cristianismo porque consideran esto una traición a sus creencias ancestrales.
«Estos cristianos enfrentan encarcelamientos, acoso y abuso físico», y en muchos casos se les niegan derechos básicos tales como el uso del territorio y los recursos asignados a sus comunidades, e incluso llegan a a desplazar a los cristianos convertidos u obligarlos «a realizar trabajos forzados a otros territorios».
Cuba
Este país ha sido gobernado por el Partido Comunista desde 1959 e históricamente ha limitado la libertad religiosa en el país debido a su ideología basada en el socialismo y el ateísmo.
El gobierno responde duramente contra las voces que son consideradas como «opositoras al régimen» por lo que si los líderes de las iglesias hablan públicamente en términos que contradicen la ideología del régimen muchas veces son arrestados, sometidos a interrogatorios, e incluso apresados. Muchos cristianos han denunciado en diversos medios el abuso físico y psicológico que han enfrentado en prisión; sin embargo, el control gubernamental sobre los medios de comunicación ha limitado la exposición pública de estas denuncias.
La persecusión en esta isla del Caribe se ha incrementado considerablemente en los últimos años. En el informe presentado por Puertas Abiertas en 2020 Cuba ocupaba el puesto número 61, para 2021 el lugar 51, y en el informe presentado en enero de este año ocupó el lugar 37.
«A las nuevas iglesias se les suele negar el registro… obligando a muchas iglesias a funcionar de manera ilegal. Esto lleva a la imposición de penas como grandes multas, confiscación de propiedades o incluso la demolición o cierre de iglesias, incluyendo las iglesias que se reúnen en casas», afirma el reporte.
México
México forma parte de la LMP principalmente por dos razones. Por una parte, durante décadas los grupos criminales han venido luchando por el control territorial, y la inestabilidad provocada por la pandemia de COVID-19 solo empeoró la situación. En este contexto los cristianos son percibidos como enemigos de las operaciones delictivas, así como del uso de la violencia, las drogas y el alcohol, por lo que las organizaciones criminales son la fuente principal de persecución de la iglesia.
La fe y la moral cristiana constituye una amenaza a los intereses de los carteles de la droga, quienes llevan a cabo reclutamientos forzosos de hombres jóvenes con el fin de adoctrinarlos para ser parte de estos grupos, y quienes oponen resistencia se enfrentan a ser amenazados e incluso a la muerte.
Las comunidades indígenas rurales constituyen otro núcleo de persecución de los cristianos. De forma similar a lo que sucede en Colombia, cualquier persona que se aparte de las creencias religiosas indígenas tradicionales puede enfrentarse a ataques, castigos, multas, encarcelamiento y e incluso al desplazamiento forzoso.
Las niñas y jóvenes cristianas pueden ser obligadas a casarse con hombres indígenas no cristianos en un intento de presionarlas para que renuncien a su fe.
La oración informada: el principal objetivo
Puertas abiertas, organización fundada por Andrew van der Bijl —mejor conocido como el hermano Andrés— opera en más de 60 países apoyando a los cristianos perseguidos por su fe. El objetivo del informe anual es ayudarnos a orar de manera informada por nuestros hermanos perseguidos en todo el mundo y mostrarle a ellos y al mundo que la Iglesia de Cristo es un solo cuerpo; que si ellos sufren, todos sufrimos juntos.
Al leer este reporte, permitamos que el Señor mueva nuestros corazones y nos guíe a ser uno con nuestros hermanos.
>> Te compartimos algunas ideas sobre cómo orar específicamente por la iglesia perseguida en estos países:
– Oremos para que los ojos de los perseguidores sean abiertos para ver la gloria de Cristo, se arrepientan y sean salvos.
– Rezar para que se cubran las necesidades básicas de nuestros hermanos y hermanas. Oremos por su seguridad y por la paz en las zonas de conflicto.
– Oremos por la unidad de la iglesia entre las diferentes denominaciones y para que los cristianos permanezcan fieles en medio de la persecución y continúen compartiendo su fe.