La creciente oposición a los valores bíblicos y el deterioro de las estructuras sociales hace que muchos cristianos practicantes se pregunten: ¿Qué puede hacer la iglesia para ayudar a la próxima generación a conocer a Jesucristo como su Señor y Salvador?
Por invitación de la Billy Graham Evangelistic Association (BGEA), un grupo de líderes de ministerios hispanos que trabajan con jóvenes de la Generación Z (nacidos entre 1995 y 2010) se reunieron en la Billy Graham Library para hablar sobre el estado actual de la fe cristiana entre los jóvenes y compartir la sabiduría que han adquirido sobre cómo alcanzarlos con el Evangelio.
Un grupo de hombres y mujeres, en su mayoría hispanos, llenaron la sala de sonrisas y conversaciones dinámicas, compartiendo abiertamente los altibajos de sus ministerios.
«Queremos que las generaciones más jóvenes y los líderes más jóvenes conozcan el legado evangélico de Billy Graham», dijo Chris Swanson, vicepresidente de Iniciativas Hispanas de la BGEA, al hablar de los objetivos de NextGen Gathering. «Y luego, queremos encontrar formas en las que todos podamos participar juntos».
Las conversaciones pasaron con frecuencia de inglés a español y viceversa, y referencias a las variadas culturas hispanas representadas en la sala se hicieron presentes a lo largo de la reunión, aligerando el ambiente en medio de conversaciones más apremiantes sobre el ministerio.
«A pesar de todo el buen trabajo de tantas organizaciones [cristianas], el buen trabajo todavía no es lo suficientemente bueno», dijo Ray Chang, director ejecutivo de Tenx10. «Estamos viendo que un millón de jóvenes se alejan de la fe cristiana cada año.
«Las proyecciones demuestran que para 2070, menos del 50 % de la población estadounidense se va a identificar como cristiana por primera vez en la historia».
Ashley Ekmay, de Grupo Barna, compartió algunos datos interesantes de los resultados de un estudio que realizaron recientemente.
«Las cifras muestran que los más jóvenes recurren a los miembros de su familia cuando tienen preguntas sobre la fe», dijo Ekmay. Destacó lo importante que es que los padres y otros miembros de la familia estén dispuestos a mantener conversaciones abiertas y sinceras sobre el Evangelio con las generaciones más jóvenes.
«Por desgracia, si los padres no están disponibles para esas conversaciones, buscarán respuestas en otra parte», continuó. «Los adolescentes acuden a otras fuentes con preguntas sobre la fe, la sexualidad… obtienen información de las redes sociales».
Como nota positiva, Ekmay también compartió algunos datos que ponen de relieve la fe vibrante y apasionada de los adolescentes de la Generación Z en comparación con otras generaciones.
«Un sorprendente 80 % de los cristianos de la Generación Z afirmaron estar totalmente de acuerdo en que lo mejor que le puede pasar a alguien es conocer a Jesús, en comparación con un mucho más bajo 68 % entre la generación del milenio», dijo Ekmay.
«La Generación Z también se encuentra a la cabeza en cuanto a la frecuencia con la que mantienen conversaciones sobre su fe con personas de otra fe».
A lo largo de la reunión, los ponentes recordaron que estamos viviendo en un momento decisivo. Estos jóvenes creyentes sienten pasión por su fe, y los no cristianos tienen sed de conocer la verdad, y están abiertos a mantener conversaciones sobre la fe.
Pero también recordaron que la iglesia necesita actuar en unidad para cumplir la Gran Comisión.
«Dios nos llama a elegir a Dios, a elegir a Dios por encima de nuestra cultura, nuestra tribu o nuestra denominación», dijo el pastor Eli Bonilla a través de un video. «Dios nos está llamando a dejar nuestra identidad, cualquier identidad que hayamos encontrado en el mundo, y a venir a encontrar nuestra identidad en Él.
»Nuestra unidad debería ser tan inusual, tan única, que debería hacer que el mundo nos mirara y dijera “ahí hay algo diferente”».
«Dios nos está llamando a dejar nuestra identidad, cualquier identidad que hayamos encontrado en el mundo, y a venir a encontrar nuestra identidad en Él».
Eli Bonilla
En un mundo caracterizado por una verdad cambiante, la Generación Z busca respuestas sinceras sobre la fe y necesitan cristianos maduros que estén dispuestos a tener este tipo de conversaciones.
«El discipulado auténtico es el que ocurre relacionalmente», dijo Josue Collins, de OneHope. «Se trata del seguimiento que tiene lugar después de un evento. El discipulado auténtico es fundamental porque se convierte en un ancla para un joven».
«En este mundo, todos quieren parecer perfectos y aparentar que tienen todo bajo control», dijo Amy Ayala, de The Father’s House OC, una iglesia ubicada en Brea, California. «Pero cuando la gente comparte sus testimonios diciendo: “Yo era pecador y ahora soy salvo, las generaciones más jóvenes verán el Evangelio como algo tangible y alcanzable”».
