Capellanes de Billy Graham responden tras mortal aplastamiento en Seúl

Capellanes de Billy Graham llevan flores al memorial colocado en honor de las víctimas.

Capellanes del Equipo de Respuesta Rápida de Billy Graham (BG-RRT, por sus siglas en inglés) están sirviendo en Seúl después de que más de 150 personas murieran en un aplastamiento durante las festividades de Halloween el sábado por la noche. La catástrofe llegó a los titulares a nivel internacional y es uno de los accidentes más mortíferos de la historia reciente de Corea del Sur.

«Es una tragedia horrible», dijo Josh Holland, director internacional del BG-RRT. «Nos duele el corazón al enterarnos de lo ocurrido… Estamos enviando a nuestros capellanes capacitados para responder en situaciones de crisis para que consuelen, oren y compartan el amor de Dios con quienes se han visto afectados por este horrible desastre».

En los últimos años, el moderno y multicultural barrio de Itaewon se ha hecho famoso por su multitudinaria celebración de Halloween, que atrae a decenas de miles de jóvenes, la mayoría de ellos de entre 20 y 30 años. El sábado, jóvenes disfrazados para la celebración inundaron las estrechas calles, aplastando en un pequeño callejón a cientos de personas que no pudieron escapar de la fuerza de la multitud. Según los informes, al menos 130 personas más resultaron heridas. El presidente surcoreano Yoon Suk-yeol declaró un periodo de luto nacional hasta el 5 de noviembre.

Dos capellanes originarios de Australia que viven actualmente en Seúl están brindando consuelo y oración a la gente que se encuentra conmocionada y de luto en el barrio de Itaewon, zona que normalmente es una de las más vibrantes y coloridas de la ciudad, y ahora ha quedado marcada por el silencio y el lamento.

La gran mayoría de los que visitan el memorial son gente joven que llora en silencio con la cabeza baja, claramente conmocionados por la tragedia.

Uno de los capellanes tuvo una larga conversación con un joven turista alemán que presenció los hechos. Es enfermero de profesión e hizo todo lo que pudo por salvar vidas, pero fue en vano. «Aún puedo escucharlos gritar», dijo. «No pude hacer nada».

Muy cerca de ahí, un joven lloraba desconsoladamente. Tras entablar conversación, le comentó al capellán que era un estudiante y que había perdido a tres de sus amigos justo frente a él. No pudo hablar acerca de lo que vio y escuchó. El capellán simplemente ofreció su presencia, consuelo, oración, y varios pañuelos. A la mañana siguiente, el joven le envió un mensaje de texto: «Gracias a ti pude dormir bien durante la noche…».

En los días próximos, los capellanes seguirán ofreciendo un ministerio de presencia y oración para aquellos presentes en el barrio de Itaewon.

Tras el aplastamiento en Seúl, una mujer abraza a una amiga buscando consuelo.

>> Por favor, únete a nosotros en oración por las miles de personas afectadas por esta crisis, así como por los capellanes que están ofreciendo atención emocional y espiritual en medio del profundo dolor y la pérdida.