El huracán Idalia azotó la costa del Golfo el miércoles por la mañana como lo que las noticias llamaron una tormenta de «una vez en la vida» para algunas partes de Florida, inundando más de 6000 hogares en un condado.
Tocó tierra como un poderoso huracán categoría 3, haciendo contacto en la zona de Big Bend de Florida con vientos de hasta 125 mph antes de avanzar hacia el sur de Georgia. Unas 300 000 personas de ambos estados están sin electricidad.
Capellanes capacitados para responder en situaciones de crisis del Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT) están evaluando tres lugares donde pueden servir en respuesta a la destrucción generalizada de la tormenta.
«Queremos recordarles a los residentes que cuando llegan las tormentas de la vida, Jesús es nuestra ancla y fortaleza», dijo Josh Holland, director internacional del BG-RRT. «Es a través de estas dificultades que Dios suele acercarnos más a Él».
Los capellanes ofrecerán atención emocional y espiritual a los afectados por esta catástrofe histórica.
En total, tres Centros de Ministerio Móvil estarán disponibles a fin de que se puedan usar como espacios seguros para que la gente pueda hablar y orar. Los capellanes de BG-RRT prestarán servicio junto con la organización de ayuda en catástrofes y hermana de BGEA, Samaritan’s Purse, para ayudar a cubrir las necesidades físicas, emocionales y espirituales de los afectados por las fuertes tormentas.