«Soy la más pequeña y tal vez la menos indicada para hablar aquí. Pero no importa dónde te haya llamado Dios. Dios nos puso en este tiempo caótico con un propósito», dijo Cissie Graham Lynch el viernes en la Conferencia Nacional sobre Apologética Cristiana en Rock Hill, Carolina del Sur [enlaces en inglés].
Los días 8 y 9 de abril, el Seminario Evangélico del Sur (SES) reunió a más de 900 personas para entablar conversaciones sobre cómo mantenerse firmes en la fe y «estar siempre preparados para responder a todo el que les pida razón» (1 Pedro 3:15) con argumentos sólidos desde perspectivas científicas, filosóficas y teológicas.
Entre los ponentes de la conferencia se encontraban apologistas y eruditos como Gary Habermas, Hugh Ross, Frank Turek, Richard Howe, Alisa Childers, entre muchos otros.
Lynch, hija de Franklin Graham y nieta de Billy Graham, recordó a los asistentes que no es casualidad que Dios nos haya llamado a servirle en un momento como este.
«Este es un momento importante en la historia de la iglesia, y Dios nos tiene aquí por una razón», dijo. «Cada uno de los que estamos aquí reunidos hemos sido llamados a predicar el Evangelio de Jesucristo y a hacer discípulos. Estamos llamados a desafiar las ideas no bíblicas, en la iglesia y en el mundo».
Lynch abordó con valentía las numerosas luchas a las que se enfrenta nuestro país, diciendo: «Nuestra nación es cada vez más hostil a la verdad bíblica».
El congresista Ralph Norman expresó una opinión en la misma línea.
«La única manera de que hagamos lo correcto es por medio de la oración, y después dar seguimiento a esa oración por medio del discipulado», dijo a la multitud. «El milagro se produce cuando se planta una semilla, y ahora más que nunca necesitamos que cada uno de ustedes plante una semilla en nombre de Cristo».
Lynch dirigió a su audiencia al libro de Oseas y dijo: «La Biblia es muy clara sobre lo que le ocurre a una nación cuando rechaza el conocimiento de Dios. El capítulo 4 de Oseas dice:
Escuchen, israelitas, la palabra del Señor, porque el Señor va a entrar en juicio contra los habitantes del país: «Ya no hay entre mi pueblo fidelidad ni amor, ni conocimiento de Dios. Cunden, más bien, el perjurio y la mentira. Abundan el robo, el adulterio y el asesinato. ¡Un homicidio sigue a otro! (vv. 1-2).
«Esta es una época de caos, confusión, engaño y falsas enseñanzas. Pero sabemos que Dios está actuando, y tenemos la oportunidad de ser una luz en la oscuridad», recordó Lynch a la multitud.
Siguiendo el ejemplo de su padre y de su abuelo, Lynch dirigió su mensaje al Evangelio y a la cruz.
«Tenemos que recordar que es la Verdad… es el Evangelio el que cambia a la gente, y el Evangelio es sencillo», dijo.
«Podemos quedar atrapados en la apologética y en el conocimiento, pero tenemos que recordar que esas son herramientas maravillosas para llegar a la gente, pero solo es el Evangelio el que cambia vidas».
Lynch recordó a los cristianos que la única manera de afrontar los tiempos difíciles es mantenerse firmes en la verdad y el conocimiento de Dios.
«Necesitamos el conocimiento de Dios. Necesitamos conocer sus atributos, necesitamos saber lo que Él ama, para que cuando nos enfrentemos a las pruebas, no tengamos que preguntarnos, porque ya sabremos las respuestas.»