Cada mes de junio, el arcoiris y las decoraciones relacionadas con LGBTQ se apoderan de las redes sociales, las tiendas y los comercios. Y cada año, los gigantes comerciales van más allá que nunca con estrategias de mercadotecnia que van en contra del diseño de Dios.
«¿Debemos boicotear durante el Mes del Orgullo? ¿Cómo hablamos de esto con nuestros hijos?». En su último episodio de su pódcast Fearless, Cissie Graham Lynch aborda las principales preguntas y preocupaciones de sus oyentes sobre este controvertido mes.
En su pódcast, Lynch profundizó en el origen y la influencia del Mes del Orgullo, y animó a los creyentes a navegar por esta temporada con verdad y gracia.
«El Mes del Orgullo es un mes entero dedicado a ensalzar las voces LGBTQ, celebrar la cultura LGBTQ y apoyar sus derechos», afirma Lynch. «Al amar a las personas, ¿deben los cristianos elevar, celebrar y apoyar estas voces, su cultura [y] sus derechos?».
Algunas iglesias difuminan la línea que existe entre amar a los demás y apoyar estilos de vida pecaminosos. En el otro extremo, algunas otras iglesias olvidan por completo la gracia en nombre de la defensa de la verdad. Pero, ¿alguna de estas respuestas honra a Dios?
«Amar no es afirmar lo que sabemos que es pecado», dijo Lynch en el podcast. «Puedes amar a los que te rodean y no sacrificar nunca la verdad sobre la que estás cimentado».
El mundo al que se enfrentan ahora los niños es un mundo de confusión, advirtió Lynch a sus oyentes. Animó a los padres a ser intencionales y tener conversaciones con sus hijos sobre temas que pueden traer confusión en la actualidad.
«Solo los animo como padres a mantenerse firmes en la palabra de Dios», dijo. «Sean fieles al Señor, sean temerosos… A medida que nuestra sociedad se vuelve más sexualizada y secularizada, es vital que los cristianos den un paso al frente y presenten una visión del diseño positivo y de afirmación de la vida de Dios para el matrimonio entre un hombre y una mujer».
La única manera en que podemos establecer la línea entre el bien y el mal es tener la Palabra de Dios como nuestro fundamento, y enseñársela a nuestros hijos. Solo así podemos ayudar a los niños a saber lo que es verdadero y honra a Dios, y de qué manera podemos ofrecer amor verdadero a nuestro prójimo.
«Conoce la Palabra de Dios, porque las Escrituras dicen que quienes conocen a su Dios siempre podrán mantenerse firmes y saber cómo actuar», dijo Lynch. «Y eso es lo que necesitamos en los tiempos actuales».