La violencia puso fin a las celebraciones de Año Nuevo en Nueva Orleans, Luisiana, cuando un hombre arrolló a gran velocidad con un camión de alquiler a una multitud en Bourbon Street, centro de reunión de la vida nocturna entre los adultos jóvenes.
Hacia las 3 de la madrugada del primer día de 2025, el atacante arrolló a los peatones a lo largo de tres manzanas, matando al menos a 14 personas. Además, más de 30 personas resultaron heridas, entre ellas dos agentes del orden. El sospechoso murió en el lugar de los hechos.
Por invitación de los líderes de las iglesias locales, el BG-RRT ha desplegado capellanes capacitados para responder en situaciones crisis para atender a la dolorida comunidad de Nueva Orleans.
«Esto es un claro indicio de la maldad en el corazón humano, y la maldad que nos rodea en este mundo», compartió Franklin Graham en las redes sociales. «Oramos por aquellos que perdieron a sus seres queridos y por los muchos heridos».
«Este nivel de violencia y odio es insondable y desgarrador. Lloramos por los muchos cuyas vidas cambiaron para siempre a través de este ataque terrorista brutal y sin sentido», dijo Josh Holland, director internacional de BG-RRT.
«En esta hora oscura, nuestros capellanes ofrecerán atención emocional y espiritual, la esperanza y el consuelo de Jesucristo, a los heridos y quebrantados de Nueva Orleans».
Por favor, ora por las personas que lloran la pérdida de sus seres queridos, y por aquellos que resultaron heridos en esta horrible tragedia.