Cinco personas murieron y más de 500 fueron rescatadas después de que el huracán Debby arrojara más de 30 cm de lluvia sobre Sarasota, Florida, a principios de este mes.
El Billy Graham Rapid Response Team (BG-RRT) se encuentra en la ciudad de la costa del Golfo junto con la organización de ayuda humanitaria Samaritan’s Purse para ayudar a cubrir una gran variedad de necesidades de los residentes.
«Sabemos que los huracanes traen consigo fuertes vientos y lluvias, pero a menudo olvidamos que las zonas costeras afectadas también son susceptibles a inundaciones por las mareas altas y el oleaje de las tormentas», dijo Josh Holland, director internacional de BG-RRT. «Todos estos elementos juntos tienen consecuencias catastróficas para quienes se encuentran en la trayectoria de la tormenta».
«Nuestros capellanes están en esta zona que ha sido duramente golpeada para proporcionar atención emocional y espiritual a los que están empezando a reconstruir después de sufrir pérdidas trágicas».
Los capellanes capacitados para responder en situaciones de crisis reconfortarán a los residentes, orarán con ellos y les llevarán el mensaje de esperanza en Jesucristo.
También hay capellanes sirviendo en Savannah, Georgia, tras las devastadoras inundaciones. El mes pasado, comenzaron a ministrar en Texas, así como en la isla caribeña de Carriacou, después de que el mortífero huracán Beryl dejara una amplia estela de destrucción.