Carlos solo quería morir.
En apenas unos meses había perdido a su esposa, su trabajo, la relación con sus hijos e incluso su ministerio pastoral. Aunque una vez tuvo una fuerte relación con Jesucristo, la amargura de estas pérdidas lo había llevado a un oscuro pozo de depresión.
Sin encontrar una razón para seguir viviendo, arrastró un tanque de gas de 15 kg hasta su habitación y se encerró en su casa en la remota ciudad de Rancagua, Chile. Cerró todas las puertas, ventanas y cortinas, y se recostó junto al tanque.
«Dije: “Me voy a acostar a dormir. Cuando sienta que me estoy quedando dormido, entonces voy a abrir el gas y yo voy a pasar en el sueño”», cuenta Carlos.
Todo debería haber salido según su plan, pero no fue así. No consiguió conciliar el sueño.
«Pasaron tres días así en los que no pude dormir. En absoluto, en tres días», recuerda. «Así que dije: “Dios, ¿qué quieres de mí?”».
Tomó su teléfono y comenzó a pasar de una aplicación a otra. De repente se encontró viendo un video que mencionaba PazConDios.net, el sitio web en español del ministerio de Evangelismo por Internet de la Billy Graham Evangelistic Association, En Busca de Jesús.
Intrigado, hizo clic en el enlace y encontró una opción para chatear con una persona. Ahí comenzó una conversación con Laura, una voluntaria del ministerio que sirve desde la ciudad de Querétaro en México.
Carlos le dijo a Laura sobre su depresión y describió los detalles de la situación en la que se encontraba. Laura le habló del amor de Dios y le aseguró que Él aún tenía un gran plan para su vida.
Inmediatamente, Laura envió una notificación de alerta a los voluntarios de oración del ministerio internacional. En ese momento, decenas de voluntarios de todo el mundo empezaron a orar por Carlos.
Cuando Juan Manuel Caro, director regional de En Busca de Jesús, recibió una notificación sobre este caso, supo que tenía que hacer algo. Él vive en Santiago, la capital de Chile, y aunque estaba a muchas horas de distancia de Carlos, quiso ponerse en contacto con él.
«Hablamos por teléfono todos los días durante los primeros días, y seguí animándolo», cuenta Caro. «Al principio, el pastor Carlos seguía siendo muy negativo, hablando desde su dolor y decepción. Pero con el tiempo, entablamos una amistad y pude ver cómo Dios reconstruía poco a poco su esperanza».
Después de que ambos entablaran una relación, Caro le preguntó al pastor Carlos si le gustaría que algunos pastores locales lo visitaran en su casa, y él aceptó.
«Que estos visitantes fueran a su casa para animarle y orar con él, creemos que realmente marcó una gran diferencia», dijo Caro.
«Cuando uno pasa por algo así, por quererse quitar la vida, por no querer escuchar a nadie, y Dios aparece así en tu vida, para mí eso es nacer de nuevo», dijo Carlos. «Dios restauró mi vida y ahora sé que Él realmente me ama».
Como Carlos, miles de personas han tenido una experiencia que les ha cambiado la vida a través del ministerio En busca de Jesús.
«Este ministerio representa una oportunidad única para que la gente encuentre esperanza», compartió Caro. «En un mundo donde no hay esperanza, el Evangelio se vuelve la única esperanza y la puerta de salvación».
«Nosotros no solo le damos a las personas consejos de autoayuda», dijo. «Los llevamos a la máxima verdad, que es el Evangelio de Jesús, y los dirigimos a una iglesia local».
Ha pasado algún tiempo desde el punto más bajo de Carlos, y su vida ha dado un giro palpable. Ahora tiene muchas ganas de vivir y de animar a otras personas que puedan estar pasando por una depresión como la que él sufrió.
«Pídale a Dios que le ponga a la persona correcta delante suyo», anima a la gente. «Dios no se equivocó al traerlo al mundo. Al contrario, Dios se goza por la vida de usted».
¿Te gustaría que Dios te use como voluntario de En busca de Jesús? Descubre más.